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Chile

Los parámetros se han tornado más estrictos, lo que ya está arrojando sus primeros efectos, en la medida en que el año pasado no se logró cumplir a cabalidad con las metas impuestas, se reducirán los bonos de desempeño que recibe la alta dirección de la empresa.

Lunes 21 de Enero de 2013.- El fuerte aumento de costos que se encuentra enfrentando Codelco en su proceso de producción y que, según fuentes de la propia compañía, habría alcanzando al 30% en 2012, está impulsando que se modifique el sistema de medición de desempeño al interior de la cuprera.

El tema de los costos no sólo preocupa en el directorio, que encabeza Gerardo Jofré, sino también en el gobierno, por las implicancias que tiene en términos de los desafíos de eficiencia y productividad de la compañía y sus divisiones hacia futuro.

En ese contexto, los parámetros de exigencia a la plana ejecutiva se han tornado más estrictos, lo que ya está arrojando sus primeros efectos: en la medida en que el año pasado no se logró cumplir a cabalidad con las metas impuestas, entre ellas la producción estipulada de 1,7 millón de toneladas de cobre fino, se afectarán de manera importante los bonos de desempeño que desde fines de los años 90 recibe la alta dirección de la empresa, desde su presidente ejecutivo hacia abajo.

Según cálculos internos, en 2012 Codelco produjo 50 mil toneladas menos que la meta de 1,7 millón de toneladas de cobre fino que se había propuesto. De ese menor volumen, 30 mil toneladas provinieron del mal desempeño de Chuquicamata. A inicios de año, la cuprera proyectaba que esta división produciría 390 mil toneladas, pero cerró el ejercicio con una cifra menor: 360 mil toneladas.

Lo mismo ocurrió con Salvador y con Radomiro Tomic, que tampoco cumplieron su objetivo. En el primer caso, debido a dificultades en el diseño del plan minero y problemas en las mantenciones de los equipos. En Radomiro Tomic se debió a temas menores, según fuentes de la compañía. En la minera destacan el aporte de Gaby, que si bien no logró operar a toda su capacidad, sí incrementó su aporte a la matriz, comparado con años anteriores.

En contraposición, las divisiones que sí respondieron cabalmente fueron El Teniente y Andina. La primera, indican fuentes de la empresa, logró producir cerca de 409 mil toneladas de cobre, lo que está en línea con lo estipulado, mientras que Andina fue la única división que superó la meta de producción, luego de seis años malos. En 2012, la división ubicada en Los Andes tenía proyectado producir 246 mil toneladas y finalmente llegó a 248 mil toneladas de cobre.

El peso de la energía

Esta menor producción respecto de lo estipulado, pero también con gran incidencia de factores externos, como el incremento de los principales insumos, siendo la energía el elemento primordial, están en la base del aumento de costos. En Andina, ejemplifica una fuente consultada, se debía lograr un costo de US$ 1,10 por libra, pero en realidad ese valor se situó en US$ 1,36 por libra; esto es, 26 centavos de dólar por sobre lo estimado.

A septiembre del año pasado, el costo total de Codelco llegó a US$ 2,47 la libra de cobre, el mayor valor en la historia de la minera. La preocupación en este punto es fuerte, ya que la cuprera está llegando al segundo cuartil de costos de la industria minera, perjudicando su competitividad. La mayor carga proviene de Chuquicamata, donde el costo laboral llega a US$ 100 mil por trabajador. Esto, indican las fuentes, debería comenzar a bajar en 2013, gracias al plan de egreso que busca desvincular a unos 500 trabajadores.

En materia de seguridad, en tanto, Codelco se había impuesto tener cero fatalidad para 2012. Pero la meta no se cumplió, por un accidente fatal ocurrido en la división El Teniente a mediados de año.

Un director de la minera admite que hay algunos problemas de gestión involucrados en este desempeño, pero junto a otra serie de factores. “(La gestión) tiene que ver con el no cumplimiento de metas. Sin embargo, hay otros elementos que influyen, como la caída de las leyes o lo que está sucediendo en Chuquicamata, donde se está operando en un solo frente y no hay capacidad de reacción. A esto hay que unirle el aumento de los costos de la energía, que también nos está golpeando”, sostiene.

Al ser consultado por el tema, el presidente ejecutivo de Codelco, Thomas Keller, declinó ahondar en detalles. “Como siempre, estamos con metas muy exigentes en la corporación y eso es lo único que voy a comentar. Las metas son exigentes tanto para el año 2012 como el 2013”, dijo.

Cambios en el convenio

La compañía se rige por un convenio de gestión que se debe cumplir en cada ejercicio y que se evalúa, actualmente, sobre la base de una escala que va de 1 a 3 -donde 1 equivale al cumplimiento mínimo de las metas. Su nota final esta vez se prevé menor a 1,7. Algunas fuentes al interior de la estatal indican que incluso podría llegar a 1,54. Un directivo consultado por La Tercera corrobora el diagnóstico. “El convenio de gestión viene malo. No conozco la nota final, pero sé que no se cumplió la meta de producción ni la de costos”, asegura.

Dicho protocolo -que pondera temas como los costos productivos, accidentabilidad y producción, entre otros- se planifica a fines de cada año, luego de que se aprueba el presupuesto.

Fuentes conocedoras del documento explican que a fines de 2011 se pactó que la producción tendría, en el convenio, una ponderación mayor. Esto, pese a que ya se sabía que Chuquicamata no iba a tener buenos resultados, debido al envejecimiento del yacimiento y las menores leyes del mineral. Este menor resultado que se preveía debía ser compensado por el resto de las operaciones de la estatal, cosa que finalmente no ocurrió.

Un elemento adicional que se incluyó como parámetro de cálculo fue la seguridad y sustentabilidad, factores que en 2012 representaron el 20% del convenio.

También hubo un cambio en el parámetro de notas. Antes, estas iban de 1 a 5, siendo el 3 el mínimo cumplimiento. Es decir, con un 60% de logro, los ejecutivos podían acceder al bono de gestión, que se paga de una sola vez en marzo. Ahora las notas van de 1 a 3. “Este año, en teoría, no corresponde tener bono. Sin embargo, este se entregará de igual forma, pero será de menor envergadura”, explica una fuente de la minera.

Se señala, asimismo, que este nuevo nivel de exigencia no deja margen de acción frente a una contingencia. “Hoy si se rompe una correa transportadora y los subcontratistas se toman la mina y afectan la producción, se cobra. Antes no, porque los ejecutivos de las divisiones se colocaban metas un poco menores para compensar si había problemas. Hoy la meta es la que es y si no se cumple por problemas ajenos a la gestión, se cobra igual”, grafica un ejecutivo de Codelco.

2013: cumplir la meta

En este contexto, ya se avizora lo que será el 2013, y las exigencias vienen mayores. Una de ellas es que los ítemes de seguridad y sustentabilidad tendrán un peso más elevado y constituirán el 24% del convenio. Lo que no cambiará es la meta de producir 1,7 millón de toneladas de cobre. Pero “este año hay que cumplir. Por eso el acuerdo de 2013 es más exigente”, advierte un director.

Para eso, un elemento vital es la entrada en operaciones del yacimiento Ministro Hales, lo que sucederá a fines de 2013 y que aportará unas 170 mil toneladas de cobre. A esto se suman las mejoras que tendrá Gaby, que durante este año debería empezar a trabajar a plena capacidad (170 mil toneladas), y los avances productivos de El Teniente. En Andina, en tanto, comenzará a operar un nuevo espesador de concentrado, que permitirá que la mina opere a su capacidad de diseño y produzca cerca de 250 mil toneladas de cobre.

LTOL

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