Crisis minera y desafíos de la Innovación

Sergio Bustos, Especialista RSE minería

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Una gran cantidad de productos de protección personal importados por proveedores de la industria minera se encuentra en bodegas y centros de distribución, sin ser vendidos. Se trata de inversiones que superan varios millones de dólares y que buscan nuevos canales de venta para ser comercializados.

Es que la caída del negocio minero vive una serie de complejidades: suspensiones de exploraciones de proyectos, atrasos en las aperturas de yacimientos, judicialización de negocios mineros y de energía. El rubro vive una crisis que fuerza a sus actores a buscar caminos de innovación.

Tras el fuerte golpe que han debido acusar proveedores y distribuidores mineros, también deben retrasar inversiones, planes de crecimiento, importaciones y sobre-stock de productos. Pero, a la vez, y aunque con pocas opciones, inician un proceso de re-ingeniería de la comercialización. La idea es que sus stocks inmovilizados en bodegas encuentren nuevos nichos de compradores y formas de generar tracción.

Por otra parte, la actividad minera enfrenta escasez de agua y debe equilibrarse en muchas zonas junto al desarrollo agrícola, aspecto que requiere la debida atención de las consultoras ambientales y de las propias empresas que operan tanto en la montaña, la costa y en los valles.

Los actores mineros cada vez más deben asumir la dinámica de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y la interacción con las comunidades para asegurar la sostenibilidad de los proyectos en el largo plazo.
Sin excepción, proyectos extractivos y energéticos deben definir estrategias claras de cómo interactuar y generar espacios inclusivos de valor compartido con los habitantes de los valles y pueblos donde se encuentran las operaciones.

No es una tarea fácil, pero existen caminos por recorrer. La conexión con la agricultura es uno. Y en ese mismo ámbito, la vitivinicultura y la producción de vinos y piscos locales en el caso del norte y centro del país es otra vía posible.

Se suma a este desarrollo la implementación de proyectos gourmet con productos locales de la zona del sur y el potenciamiento de actividades económicas regionales que aseguren que los habitantes se motiven a quedarse a trabajar.

Definitivamente, ya no basta con publicar fotos sociales informando que la empresa es responsable en una cena anual y que se preocupan del medioambiente o publicar que se ganaron un premio en sustentabilidad y RSE. Es urgente que se genere un liderazgo para conversar y apoyar a la comunidad donde la empresa está inserta.

Se trata, sin duda, de miradas innovadoras que pueden profundizarse en el ámbito minero, en medio de la actual crisis que bien puede ser una intensa oportunidad.

Fuente: Innovación.cl

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