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Chile

Ante igualdad de posiciones, desde ahora la mayoría de la mesa zanjará las decisiones y no el presidente de la empresa.

Martes 18 de Abril de 2017.- La firma canadiense Potash Corp. (PCS) dio un nuevo golpe de timón en la minera no metálica local SQM, controlada indirectamente por el empresario Julio Ponce Lerou, y se inició una nueva etapa en la compañía.

Las sociedades Pampa Calichera y Potasios de Chile, dos de las firmas cascadas de Ponce a través de las cuales controla la minera, informaron ayer a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) que alcanzaron un acuerdo de actuación conjunta con los japoneses de Kowa (con quienes ya tienen un acuerdo de este tipo) y con PCS -asesorados por el abogado José María Eyzaguirre, de Claro & Cia.-, quienes han sido su mayor contrapeso en la compañía y con quienes se ha disputado el control de la empresa.

El pacto implicará que los acuerdos a nivel de directorio por los próximos tres años -que es el período que durará la mesa que se elegirá en la próxima junta de accionistas del 28 de abril- deberán ser acordados por la mayoría, esto es, que ninguna decisión se tomará si no hay acuerdo por lo menos de cinco de los ocho directores. Eso necesariamente obliga a que algún director de PCS o el de la serie B de las acciones -que ha sido elegido con los votos de PCS- esté de acuerdo.

En caso de empate, el presidente insistirá en que se decida por mayoría y no ejercerá su derecho a dirimir. Esta es justamente la herramienta de control que, hasta ahora, tiene Ponce.

"Ponce decidió darse una tregua y renunciar temporalmente a imponer su control. De aquí en adelante las cosas se conversarán y acordarán en conjunto para sacar a la compañía adelante. No habrá más imposiciones cuando no se tenga acuerdo", dice una prominente fuente cercana a la compañía. Lo anterior, por ejemplo, significa que habrá acuerdos en temas relativos al dividendo provisorio a repartir. De hecho, ya habría acuerdo en que la política de dividendos no sea inferior en los próximos dos años a la que se aprobará este 2017.

Por otro lado, se espera dejar atrás discordias en la mesa, como las que hubo con la crisis del financiamiento ilegal a las campañas políticas o la decisión de transar o no en el juicio laboral del ex gerente general de SQM Patricio Contesse González.

El acuerdo enfatiza que el director independiente no tendrá que tener relación alguna con Ponce ni con Kowa, lo que en rigor ya está saneado con la presencia del canadiense Edward Waitzer, que fue votado por el fondo Sailing Stone y por PCS.

Las razones del acuerdo

"Se llegó a un acuerdo por el bien de la compañía, en vista de los sobresaltos que vienen ocurriendo en los últimos años", dijeron fuentes ligadas a los canadienses, quienes fueron los que allanaron este acuerdo. Las conversaciones con las cascadas por este tema vienen desde el año pasado, pero se han intensificado en los últimos meses. PCS señaló ayer que "esto es un paso adelante en la mejora del gobierno corporativo para todos los accionistas de SQM".

Frente al valor implícito que tiene el hecho de ceder el control de una compañía por un tiempo determinado, distintas fuentes ligadas a las cascadas y también a PCS coinciden en que detrás de este pacto no hay acuerdos económicos, ni pagos pactados ni a presente ni a futuro, ni mayores beneficios en posibles ventas. "Esto es para mejorar el gobierno corporativo y evitarnos el estigma de ser controlados por Ponce", dicen fuentes.

Este acuerdo, pese a que se ve menos mediático que cuando Ponce dejó la presidencia en 2015 tras 28 años en el cargo, tendría más peso, porque es un documento firmado por todas partes el que asegura un devenir más consensuado de la compañía. Tanto en la salida de Ponce como en la firma de este acuerdo, PCS fue el principal impulsor. Los canadienses ya se habían reunido el año pasado con el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran, para conversar sobre el gobierno corporativo de SQM. Corfo ha sido crítica de la gestión de SQM y tiene juicios con la compañía por contratos de la explotación del Salar de Atacama, principal fuente de recursos de la minera.

El Mercurio

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