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Argentina

Según la agencia Bloomberg, la canadiense Samarium Group Holding es otra de las empresas interesadad que firmó un acuerdo para conocer el predio

Miércoles 15 de Mayo de 2013.- Directivos de Teqsa, la unidad argentina de Shaanxi Coal de China y Chemical Industry Group Co Ltd., recorrieron el pasado 14 de mayo las instalaciones del yacimiento de potasio que dejó de explotar Vale do Rio Doce.

La visita fue guiada por autoridades del gobierno de Mendoza, que buscan una salida a la decisión de la compañía brasileña que dejará unos 7.000 trabajadores sin empleo.

La llegada de la minera china es parte de una negociación en la que también trabaja el Gobierno nacional para intentar entusiasmar a alguna multinacional del sector. La otra firma interesada es la canadiense Samarium Group Holding, que firmó un acuerdo preliminar para conocer el predio, según la agencia Bloomberg.

La visita china no implica un avance concreto en una negociación de este tipo, que incluye la decisión de Vale, pero muestra el grado de interés de las empresas asiáticas. Además, a algunos hombres de la administración central les preocupa la reticencia de la minera brasileña para vender el proyecto que decidió no explotar porque está atravesada por la crisis internacional y la caída de los precios internacionales de los metales

La decisión de Vale es uno de los temas que más preocupa al sector y también al Gobierno. Al primero porque es una “mala propaganda” para una actividad que enfrenta los cuestionamientos por daño ambiental y por sus niveles de tributación.

A la administración central, porque se trata de un proyecto que, además de la explotación del yacimiento, prevé el reacondicionamiento de 900 kilómetros de vías férreas para atravesar cuatro provincias –Mendoza, el Neuquén, Río Negro y Buenos Aires– hasta el puerto de Bahía Blanca

Desde que Vale anunció la salida de Potasio Río Colorado, en Malargüe, el Gobierno intentó acercar compañías de peso en el sector. Como parte de esa ronda, funcionarios de la administración central se reunieron con empresarios árabes y chinos. En ambos países hay gran interés en la minería y, en el caso de China, ya tiene proyectos operando en el país, como el de Sierra Grande, en Río Negro.

La visita fue mantenida en estricto secreto porque el Gobierno viene realizando distintas gestiones y existen otros grupos interesados. Sin embargo, el tiempo corre y cualquier negociación de este tipo –que implique ingresar en un proyecto en marcha– implica plazos extensos. Sobre todo si se trata de una inversión minera, destacaron en el sector privado.

Más allá del interés concreto, la empresa que quiera comprar deberá negociar con Vale y mensurar exactamente cuánto cuesta el proyecto iniciado y paralizado el mes pasado. Sólo cuatro meses antes de anunciar su salida, la minera brasileña había prometido a la presidenta Cristina Fernández un plan de inversiones por $25.500 millones, que se ejecutaría en treinta meses.

Eso incluía construir un complejo minero en Malargüe, reacondicionar 1.000 kilómetros de vías y levantar una terminal portuaria propia. Allí anunciaron, además, una producción anual superior a los 4 millones de toneladas.

BAE Negocios

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