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Chile

La Superintendencia de Medioambiente estableció que el sistema anterior podría resultar poco económico y más contaminante.

Miércoles 22 de Mayo de 2013.- Aunque la norma de termoeléctricas comenzará a ser exigida recién en diciembre próximo, hace meses la autoridad trabaja para implementar esta exigencia.

En este sentido, hace pocos días la Superintendencia de Medioambiente (SMA), entidad a cargo de fiscalizar este nuevo protocolo, evacuó un sistema alternativo de control de emisiones para algunas de las centrales sujetas a esta obligación, haciendo una diferencia entre las que operan en base o en forma habitual y otras que lo hacen esporádicamente.

“Es importante señalar que existen casos o situaciones en que la instalación, validación y mantención de un sistema de control de emisiones en ciertas unidades pueden resultar técnicamente dificiles de ejecutar, pudiendo llegar incluso a ser contraproducente desde un punto de vista ambiental y económico”, dijo la SMA en la resolución que establece este mecanismo de monitoreo alternativo.

Se trata de unidades térmicas que funcionan en forma esporádica, considerando el criterio económico de despacho del sistema eléctrico, que prioriza la generación más económica y eficiente. De esta forma, por lo general las centrales que usan diésel y tienen menor capacidad caen en esta categoría y son requeridas sólo para cubrir los peak de demanda.

Sólo en el Sistema Interconectado Central (SIC), tomando en cuenta los parámetros de tamaño establecidos en la norma (sobre 50 MW) las unidades de respaldo en base a diesel representan unos 1.600 MW de capacidad, es decir, unas dos veces el complejo Nehuenco de Colbún.

La norma de termoeléctricas que entró en vigencia a mediados de 2011, fijó un plazo de 2,5 años para que, en primera instancia, las termoeléctricas (a carbón, diésel y petcoke) midan en forma constante sus emisiones de material particulado y luego se sumará el monitoreo de otras sustancias,como óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxido de azufre (SO2).

Se explicó que las pruebas de estos sistemas, que al menos dos empresas ya realizaron, exigen diez días de operación continuada, un período muy prolongado para las instalaciones de respaldo, algo que las propias empresas plantearon a la autoridad.

Una vez que la SMA inició su gestión comenzó la revisión para cerrar algunos cabos, que la propia norma y sus reglamentos posteriores, dejaron abiertos ?René Muga, gerente general de la Asociación de Generadores, valoró la decisión de la SMA pues “era importante distinguir entre las centrales de base y las de respaldo, tal como lo hace la norma de Estados Unidos que se usó como base para el sistema de medición local de emisiones.

“Los limites de emisiones para estas centrales son los mismos, pero al acotarse el sistema de prueba se evita el sinsentido de tener que operar más de lo necesario, con el consiguiente costo para el sistema y la contaminación que ello tiene asociado”, aseguró el ejecutivo.

DF

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