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Chile

Viernes 04 de Abril de 2014.- Los denominados “impuestos verdes” y la necesidad de lograr una mayor vinculación con las comunidades se tomaron la agenda del foro “El shock eléctrico que el país necesita”, organizado por Sofofa.

Aunque estaba considerada la asistencia del ministro de Energía, Máximo Pacheco -en lo que sería su primera actividad pública con el sector empresarial-, éste se encontraba en la zona afectada por el terremoto.

El gobierno busca aplicar un impuesto de US$ 5 por tonelada a las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) y otros contaminantes, lo que significaría gravar la operación del parque termoeléctrico (centrales a carbón, diésel y gas), que es el 64% de la capacidad de generación instalada en el país, a partir de 2017.

Según cálculos privados, el costo para la industria y las generadoras podría llegar a unos US$ 358 millones, mientras que las estimaciones del gobierno apuntan a una recaudación de US$ 162 millones.

Felipe Cerón, gerente general de AES Gener -que fue interrumpido en su presentación por opositores al proyecto Alto Maipo-, señaló que la aplicación de este impuesto a las emisiones “no va en el camino correcto”, pues actualmente no existiría tecnología para abatir las emisiones de CO2, y que además “el impuesto no mejorará las condiciones ambientales”. Asimismo, señaló que la norma de emisiones para termoeléctricas que opera desde 2011 ha generado sobrecostos por unos US$ 1.100 millones a la industria, y que el impuesto encarecería en US$ 6 MW/h el precio de la electricidad .

“El CO2 es una consecuencia directa de generar energía térmica. En el proceso de combustión se libera mucho CO2 y no hay tecnología disponible para abatirlo. Tarde o temprano nos hace menos competitivo y le agrega un riesgo adicional a la industria”, advirtió.

Aproximadamente el 35% de las emisiones de CO2 son propias de la generación eléctrica; 30% del transporte y 28% de la industria.

Juan Clavería, máximo ejecutivo de GDF Suez en Chile, indicó que, si bien a priori no están en contra de este impuesto, generará más costos. “Cuando se le pone impuesto a algo, se encarece. No somos contrarios, y es una definición que tiene que hacer el gobierno. Las centrales termoeléctricas, y particularmente las de carbón, no son las cautivas de las emisiones de CO2. Si uno va a establecer un impuesto, esto se debe aplicar a todos y que no haya discriminación, eso es lo que pediría”, dijo.

Por su parte, Joaquín Galindo, gerente general de Endesa, señaló que la firma estudiará los alcances de la medida. “Un impuesto siempre afecta, pero estamos estudiando el proyecto, y aún no tenemos ninguna posición”, dijo.

Los ejecutivos coincidieron en la necesidad de mejorar la relación con las comunidades donde desarrollan proyectos, y apoyaron la idea de instaurar un mecanismo de compensación.

“Hay que establecer una relación de confianza donde se les explique claramente el proyecto. Donde las comunidades vean que no les va a afectar su salud ni medioambiente, y que en alguna medida tenga algún tipo de compensación o beneficio con este tipo de actividades. Se trata de tener una relación franca, sincera y de confianza con las comunidades, no es una cuestión de estética”, dijo Galindo.

LTOL

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