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Chile

"Tenemos una importante reforma tributaria, pero que no es la que va a salir del Congreso", dice convencido el presidente de CAP, confiado en que el mundo político entenderá los efectos que podría tener la iniciativa en el crecimiento.

Lunes 07 de Abril de 2014.- Expectante y optimista. Así está observando lo que viene Roberto de Andraca, el presidente del grupo CAP, holding que el año pasado invirtió US$975 millones en el país, cifra récord en la historia de la compañía. Expectante porque asegura que Chile vive un momento histórico, con un gobierno que va a impulsar cambios importantes, que sin duda afectarán las decisiones de inversión. Y optimista, porque es un convencido de que tanto en el gobierno como en el Congreso, hay personas “inteligentes y capaces” que saben medir los efectos de, por ejemplo, una reforma tributaria. En ese sentido - acota - está seguro que “tenemos una importante reforma tributaria, pero que no es la que va a salir del Congreso. Allí se va a discutir ampliamente y técnicamente. El Congreso es gente educada, que entiende que las cosas producen efectos y contra efectos”.   

¿Cómo está viendo a Chile?

-Veo a Chile como un país que está en la medianía del crecimiento alto, después de 20 años de democracia en que hemos estado creciendo con un sistema. Ahora hay un nuevo gobierno que siente que hay que hacer correcciones a lo que él mismo manejó durante veinte años.

Nosotros pasamos de ser una compañía mediana a ser una gran compañía y estamos en camino de ser una buena compañía minera en el mundo. Hemos tenido problemas en (la filial) acero, pero los problemas que sufre la compañía no han sido necesariamente de Chile, sino que del mundo. China apareció fuertemente y naturalmente eso afecta a todos los demás. Ellos tienen siderúrgicas de 20 millones de toneladas y nosotros tenemos una de 1,3 millón. Estamos en un mundo muy interrelacionado en el que uno hace una cosa y el otro responde otra. Y nuestro país particularmente se ha visto beneficiado enormemente con los tratados de libre comercio. Y nosotros como compañía nos hemos visto beneficiados en la parte minera por el crecimiento de China, y hemos tenido problemas en Huachipato. Entonces, cuando se preguntan, ¿qué camino seguir? Chile ya eligió un camino, que es estar en el mundo. Eso afecta todo lo que viene. Si elegimos este camino, las modificaciones internas de qué hacemos con los ciudadanos del país tienen que ser cuidadosas.

Usted dice que en este escenario hay que ser sumamente cuidadoso. ¿El nuevo gobierno está siendo cuidadoso?

-Tienen gente muy capaz, pero también está sujeto a presiones a las que no estaba acostumbrado antes. Por ejemplo la casi instantánea respuesta a cualquier molestia que siente la gente. Tenemos una juventud distinta, una actitud diferente. No quieren esperar. El conflicto entonces es que estamos en el mundo y nos afecta en lo que pase acá adentro. Ese delicado balance es peligroso e interesante, porque tiene que ser manejado. Como compañía en esa situación hemos decidido seguir creciendo e invirtiendo. Nosotros no decidimos cuánto impuesto debe pagar una persona. La responsabilidad de eso es del gobierno y el equilibro exacto entre cuánto debe crecer el impuesto es del gobierno. Nosotros tenemos que hacer nuestra parte, que es producir más, cuidando el entorno y haciendo nuestro trabajo. Eso permite que miremos con mucha tranquilidad el crecimiento y que estemos solucionando nuestros problemas.

En ese sentido, ¿qué le pareció la reforma tributaria?

-No soy un experto en tributación, pero creo que como todas las cosas debe tener una carga de ideología de gente que viene bien inspirada y cree que puede corregir las cosas arreglando una parte del instrumento. Pero el instrumento tiene muchos lados. Hay que darle más pensamiento y dar paso a una discusión amplia que debe producirse en el Congreso y en la opinión pública. Las empresas, lideradas por los gremios, disputarán en el Congreso las discusiones ideológicas y tendremos que llegar a un acuerdo. Ahora, si esto se transforma en una imposición de un grupo al otro, estamos en problemas. Tenemos que llegar a algo que aceptemos todos, nos guste menos o nos guste más, pero tenemos que llegar a un acuerdo de chilenos.

¿En qué se nota la ideología de la que habla?

-En que se quiere corregir una cosa que es necesaria hacer: acercar más la pobreza a la riqueza, acercar posiciones. Creo que puede hacerse, pero hay que hacerlo con mucho cuidado, sin dañar otras cosas como el libre comercio, que da acceso a muchas cosas que antes no se tenían.

Hay que preocuparse de todos los efectos…

-Este país tiene mucha práctica en el tema económico y social, hay muchos que saben que hay que escuchar en vez de avanzar sin consultar. Tenemos una reforma tributaria, que es una reforma importante, pero que no es la que va a salir del Congreso. Allí se va a discutir ampliamente y técnicamente. El Congreso es gente educada, es gente que entiende que las cosas producen efectos y contra efectos.

Hay algunos diputados que quieren tenerla aprobada antes del 21 de mayo.

-Me parece que es una tontera. Puede estar aprobada ahora, en un año, pero lo importante es tener una reforma que guarde equilibrios y que haga crecer al país.

La reforma tiene muchas aristas, como el FUT y otros temas, ¿qué le preocupa más?

-Que se dan atribuciones administrativas que pasan por encima de la ley. Hay casos en que el Servicio de Impuestos Internos puede determinar si algo fue ingreso o no. Eso me extraña. Es muy peligroso y no veo la contraparte. ¿Vamos a tener que ir todos a la Corte Suprema? No puede ser.

Tenemos gente inteligente y capaz en el Congreso y en el gobierno. Y una cosa es el plan, para negociar, y otra es la realidad del país. Si Chile sigue creciendo los próximos cinco años al 5% va a ser un país más grande y esa posibilidad no se puede dejar pasar. El poder político tiene la misión de equilibrar ambos objetivos.

¿El alza impositiva para las empresas es algo que ya estaba asumido?

-Me extraña el crecimiento del impuesto porque en realidad hay un alza mayor de lo que se publica. Estamos frente a una medida que recién parte y a un gobierno que lleva menos de un mes. Estamos viendo la acción entusiasta de un gobierno que le promete a una parte importante del país arreglar las cosas y yo espero que las arreglen sin ser populistas. Y para eso tenemos que aceptar que se necesita tiempo para arreglar las cosas.

Ud. ha pasado por muchos gobiernos y distintos cambios tributarios. El empresariado siempre ha dicho que los cambios tributarios no son neutros, ¿está de acuerdo?

-Sí, pero pueden ser más o menos. Pero producen efectos positivos también. Lo que tienes que medir como gobernante son los efectos positivos y los negativos. Creo que es muy importante que entre los efectos negativos no se dañe el crecimiento. CAP va a seguir creciendo, haciendo esfuerzos por modernizarse, incluso en dos o tres meses inauguraremos la mina Cerro Negro.

¿Qué efectos ve en la eliminación del FUT?

-No lo he analizado en detalle. 

¿Pero el hecho de tributar no sólo por las utilidades retiradas sino que por todas las utilidades?

-Creo que puede afectar el crecimiento. En el caso de nosotros, las utilidades que no retiramos las invertimos, no las utilizamos para pagar menos impuestos.

Si la reforma se aprueba tal cual fue enviada, ¿qué efectos se producirían?

-Tengo que remitirme a los gremios que nos representan. Todos están preocupados. Pero esa preocupación no sirve mucho si gritamos. Hay que decir que tenemos confianza en que tenemos un gobierno ejecutivo y un parlamento que es bueno. Somos un país ordenado, con deseos, aspiraciones.

En los últimos años ha surgido una mirada más negativa hacia el empresariado, ¿qué le parece?

-Yo creo que hay muchos políticos y personas que piensan que los empresarios son ladrones. Así como hay personas que creen que los políticos son coimeros. Pero esas generalidades son peligrosas, porque es gente que trabaja todo el día.

También ha surgido un cuestionamiento al lucro y el símbolo de ello son los empresarios y, en algunos casos, las utilidades muy altas…

-Son adecuadamente altas. Nosotros hemos ganado plata durante muchos años en Huachipato, pero en los últimos cinco años hemos perdido casi US$400 millones. Y los hemos absorbido nosotros. No se lo hemos sacado a la gente. Ahora, tener estas opiniones de lucro, de libertades, de coima y tirarlas al aire, son los resabios de un país que fue muy chico y muy alejado del mundo.

Usted ha observado un incremento de las condiciones de vida, pero si uno mira el índice de Gini y siempre Chile está mal.

-El índice de Gini también está afectado porque estamos desarrollándonos fuertemente. El otro día estuve en Londres y me tocó escuchar una conferencia. Un conferencista estaba hablando del problema de analizar el índice de Gini con los efectos nuevos que suceden en el desarrollo. Mostró un hospital de Tokio donde una enfermera ponía un cubo y un robot le ponía la inyección. Él decía que como somos seres biológicos, que estamos siendo amenazados por una robótica que avanza muy rápido, vamos a tener un conflicto grave en la distribución del ingreso en los próximos 30 años.

Sin ir más lejos: antes la vendimia se demoraba dos meses con cerca de 28 ó 30 personas. Hace dos años tienen unas máquinas que le hacen la vendimia en dos días. Hay cosas mucho más avanzadas. Yo creo que la robótica es un tema importante y que los países que van entrando al desarrollo entran más rápido.

Pero nadie va a decir que es la robótica lo que produce la desigualdad…

-Es que es uno de varios efectos muy complejos. El equilibrio de mantener el crecimiento y redistribuir ingreso. Obviamente que la desigualdad genera inestabilidad social. Pero también es cierto que genera menos inestabilidad con el crecimiento, cuando la gente puede vestirse bien, acceder a bienes.


Huachipato: "Perdíamos US$100 millones, ahora es menos y vamos a llegar a cero"

US$183 millones. Esta fue la utilidad neta del grupo CAP en 2013. Eso sí, al desglosar la cifra se evidencia que en el área de minería de hierro la ganancia alcanzó los US$402 millones, mientras que el negocio siderúrgico obtuvo pérdidas por US$117 millones, que incluye provisión por US$58 millones. Una situación que, desde hace ya 5 años, vive la tradicional filial de Huachipato, víctima de la feroz competencia de bajo costo china. Pero Roberto De Andraca tiene esperanza con respecto a esta filial, y es más, asegura que este año alcanzarán el equilibrio.

Terminó otro año para CAP en que el negocio minero sigue sosteniendo a la compañía y Huachipato sigue mal…

-Pero menos mal que antes. Hicimos readecuación de la producción, enfocándonos en productos más para la minería e importar los productos planos que necesitamos en otras unidades.

¿Cómo ha funcionado ese plan?

-Está funcionando bien. La comprensión dentro de Huachipato del tema ha sido notable, estábamos perdiendo US$100 millones y ahora es mucho menos, y vamos a llegar a cero.

¿Cuándo quieren llegar a cero?

-Espero en junio llegar a cero en caja, ni perder ni ganar. Y cerrarlo (el año) muy chico en azul, parece que durante largo tiempo vamos a ganar poco en Huachipato.

¿Están convencidos de la viabilidad de Huachipato?

-No estamos convencidos, pero estamos haciendo el máximo esfuerzo para hacerla viable.

Al ponernos desde la perspectiva del accionista minoritario, que ve que CAP minería crece, y que el área siderúrgica se ha transformado en un lastre…

-Pero está viendo que estamos haciendo muchas cosas para solucionarlo.

Pero muchos de ellos seguro se preguntan por qué no vender o salirse de ese negocio, y enfocarse en lo que realmente genera dinero.

-Estamos buscando el equilibrio. Lo que le critican a los empresarios es que supuestamente no les importa lo que pasa, le tiran las pérdidas a otros y se quedan con las utilidades. Nosotros, ante la competencia China, hemos tenido una reacción muy responsable: no hemos actuado para frenar las políticas generales de gobierno de ser muy abiertos a la exportación e importación, y al mismo tiempo hemos buscado solucionar nuestros problemas, dándoles buenas utilidades a los accionistas. Eso va a seguir así, y vamos a solucionar el problema.

En cuanto a proyectos futuros, en su memoria dicen que están “abocados a la definición de nuestro próximo gran proyecto”. ¿A qué se refiere?

-Con el aumento inmenso de producción de acero que hay en el mundo, encabezado por China, aparecen oportunidades notables. Nosotros tenemos tipos de mineral que son muy necesarios para la competencia de altos hornos en otros países. Me explico: Una gran cantidad de nuestros minerales son magnetita, tipo de mineral que son alrededor del 10% de la producción del mundo. La otra es hematita: Brasil, Sudáfrica, gran parte de Australia tienen hematita. Ahora, si en un alto horno cargas sólo hematita, o cargas una mezcla de 10% o 15% de magnetita y el resto de hematita, se gasta menos energía, y la energía subió de precio en todo el mundo. Por lo tanto, echar magnetita es un elemento competitivo y resulta que el 95% de nuestras reservas son de magnetita. Esas cosas tenemos que aprovecharlas y estamos revisando todas nuestras reservas.

Ustedes tienen una cartera de proyectos interesante, tienen donde elegir.

-Tenemos que empezar a pensar en la próxima (mina), y por eso es que miramos con atención qué es lo que va a pasar en este gobierno. Porque al mismo tiempo que estamos desarrollándonos, hay que saber cuál es el equilibrio por el que opta el gobierno, entre crecimiento y distribución.

¿Y si ese equilibrio no fuera el razonable?

-Hace imposible los proyectos, porque este país está inserto en el mundo.

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