Home   +562 2225 0164 info@portalminero.com

Síguenos

Skip to end of metadata
Go to start of metadata

Internacional

Los bajos precios de los metales le impiden a las empresas desarrollar proyectos, mientras sus gastos aumentan. Deberán vender activos o conseguir socios. De lo contrario, su futuro estará en juego.

Viernes 11 de Abril de 2014.- “La situación se complica cada vez más”, afirma Óscar Pezo, director y vicepresidente de Desarrollo Corporativo de Duran Ventures, sobre el panorama que enfrentan las mineras junior. Éstas son empresas mineras enfocadas en explorar depósitos mineros (o que los explotan de manera limitada) para luego vender el proyecto a un privado, que desarrollará las siguientes etapas. Se trata de un sector de alto riesgo, donde la inversión puede suponer enormes ganancias o pérdidas.

El sector ha visto fuertemente golpeado en los últimos años. La difícil coyuntura económica internacional aumentó la aversión al riesgo de los inversionistas. A ello se sumó la caída en los precios de los metales durante el 2013. El oro y la plata cayeron 28% y 34%, respectivamente, por los anuncios del inicio del tapering en Estados Unidos, mientras que el precio del cobre una caída moderada por la desaceleración de China, que consume cerca del 40% del metal.

UN CÍRCULO VIRTUOSO
Son tres los problemas principales que enfrentan las junior:

1. Restricciones de financiamiento
Las mineras junior no producen ni venden un bien como las empresas tradicionales. Sus ingresos –necesarios para continuar con sus programas de exploración– dependen de su éxito para recaudar capitales (sea a través de una bolsa de valores o de un inversionista privado).

Sin embargo, actualmente “el sentimiento del mercado es tremendamente adverso al riesgo”, señala Pezo. El capital de riesgo (venture capital) –asociado a inversiones de riesgo como la minería junior– se ha contraído de manera considerable.

El capital recaudado en los mercados bursátiles, donde las junior cotizan, fue bastante limitado. “Las colocaciones [emisión de acciones para atraer inversionistas] en la Bolsa de Valores de Lima fueron “casi inexistentes”, agrega Pezo. La caída en los precios de los metales golpeó a las acciones junior, lo que desincentivó la emisión de acciones: como el precio de cada acción emitida sería bajo, “emitiríamos muchas acciones para captar muy poco dinero, y diluyendo mucho a los accionistas [originales]”, explica el ejecutivo.

Ante el escaso financiamiento, los programas de exploración se han paralizado. “Los contratos para servicios de perforación diamantina –etapa inicial de todo proyecto minero, sea uno nuevo o la ampliación de uno existente– cayeron más de 60% en el 2013, respecto al año anterior, sostiene Francisco Medina, presidente la Asociación de Exploradores del Perú (AEPE).

2. Falta de liquidez
Como toda empresa, las junior tienen gastos corrientes que pagar continuamente, desde personal hasta auditorías que certifiquen sus recursos minerales principal gasto es el derecho de vigencia por cada concesión que mantienen. Estos pagos pueden alcanzar los US$100,000 anuales, Humberto León, analista del sector junior de Kallpa SAP. Se trata de un gasto significativo para una junior con liquidez limitada. Mantener el derecho de vigencia es fundamental: si las empresas no lo pagan por dos años consecutivos, pierden la concesión y con ello pierden el proyecto. Ello sería desastroso para la empresa.

Las restricciones de financiamiento empeoran la situación: como las empresas paralizan o retrasan sus planes de exploración que permitan encontrar mayores recursos minerales, su valor tampoco aumenta.

“El presupuesto mínimo de muchas junior no esta asegurado”, advierte Pezo de Duran Ventures.

Entre el cuarto trimestre del 2012 y el tercer trimestre del 2013, el monto de caja de varias junior peruanas cayó entre 80% y 100% (SE 1408).

3. Permisología
“El Estado cada vez se pone más difícil”, afirma León. La burocracia legal que dificulta el avance de estos proyectos. “Los procesos de evaluación para inicio de operaciones demoran de 6 a 8 meses, sin tomar en cuenta que ello incrementa los costos y genera conflictos en los inversionistas que trabajan con presupuestos anualizados”, señala Medina.

Las fiscalizaciones ambientales y de seguridad de las actividades de exploración generan costos adicionales, “olvidando que la actividad de exploración no garantiza el hallazgo un depósito económicamente rentable de mineral”, critica el ejecutivo.

¿QUÉ SE VIENE?
Sin financiamiento que permita desarrollar actividades de exploración, ni liquidez que asegure la marcha de la empresa, y con demoras en procesos burocráticos, se genera un círculo vicioso que ha puesto en entredicho la sobrevivencia del sector.

Las mineras junior han tenido –y tendrán– que hacer sacrificios para mantenerse a flote. Alturas Minerals, por ejemplo, se desprendió a fines de marzo de proyectos por falta de capital: tuvo que vender Ccaccapaqui a Buenaventura (socio en ese proyecto) y perdió su opción de compra en el proyecto Chapi Chapi que tenía con IRL. “Estamos decepcionados de dejar la opción para adquirir el proyecto Chapi Chapi”, reconoció Miguel Cardozo, presidente y CEO de Alturas Minerals “Sin embargo, la continua falta de financiamiento para empresas junior de exploración en los mercados bursátiles no nos dejó otra opción”.

Un similar caso enfrenta Duran Ventures. Su directiva ha propuesto a su junta de accionistas la venta de su proyecto principal. La decisión se tomará hacia fines de mes. Si bien se trata de una oferta agresiva y el pago de US$7 millones es menor al valor del proyecto, la situación de la minera junior es crítica. La siguiente etapa del proyecto implica perforaciones adicionales que son costosas y cuyo financiamiento no está asegurado. Incluso “los gastos corrientes no pueden ser cubiertos en la coyuntura actual del mercado”, explica Pezo.

Si bien la venta implicaría perder su proyecto principal, Duran Ventures obtendría US$7 millones de dólares como pago, lo que le permitiría continuar las actividades de exploración de sus otros proyectos.

Es probable que otras grandes empresas mineras aprovechen los precios bajos de las acciones para adquirir otras juniors que enfrentan problemas (SE 1405).

Si las junior deciden no vender parte de sus activos y no logran encontrar un socio que aporte capital, tendrán dificultades para continuar con sus programas de exploración.

Los precios de los metales no ayudarán mucho este año: se pronostica que el oro caiga 13% a US$1,224 la onza para finales de año, y el cobre tenderá ligeramente a la baja por la mayor oferta.

En ese contexto, aquellas junior que decidan continuar trabajando por su cuenta enfrentarán serias dificultades. Su sobrevivencia estará en riesgo.

Semana Económica

Portal Minero