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Chile

Miércoles 16 de Abril de 2014.- Cuando llega el fin de año, accionistas y directores le prestan mucha atención a los reportes y balances financieros de las compañías. Pero en una corporación moderna eso no basta. Los líderes de las organizaciones, así como sus dueños, están preocupados también de la ética empresarial. Están exigiendo los denominados “Reportes de Sustentabilidad”.

El objetivo de la “reportabilidad” es evidenciar el desempeño de las firmas en base a objetivos en materia laboral, responsabilidad empresarial, impacto en el medioambiente, relación con la comunidad e incluso, buenas prácticas de su gobierno corporativo.

Pero esto no es sólo un tema que le interese a la entidad en sí. Los consumidores también están valorando cada vez más, ciertas características y acciones de las empresas que vayan más allá del precio y calidad del producto o servicio. Muchos esperan que quien esté detrás de la elaboración de un bien, sea amigable con el medio ambiente, trate bien a sus trabajadores y posea alguna vinculación con el entorno social y natural donde se emplaza.

Carolina Andrade, directora de asesoría e Investigación de PROhumana, estima que es la rentabilidad es clave, pero “el tema es cómo ésta se produce. El desafío de las empresas del siglo XXI es generar ganancias de manera sustentable, donde la gestión estratégica no se oriente únicamente al ámbito económico. Sino, que lo haga de manera integrada y equilibrada con los ámbitos sociales y ambientales”.


LA EXPERIENCIA MUNDIAL

Según la versión 2013 de la “Encuesta KPMG de Informes de Responsabilidad Corporativa”, el número de empresas que realizan reportes de este tipo en el mundo aumentó en 7% desde 2011. Por otro  lado, de las 250 firmas más grandes del planeta, el 93% elaboran estos documentos.

La encuesta vas más allá y detalla que el 51% de las compañías a nivel mundial incluyeron el 2013 reportes de sustentabilidad en sus informes financieros anuales. Es un aumento relevante si se considera que la misma investigación reveló que esta práctica la hicieron sólo el 20% de las organizaciones durante 2011 y un 9% de ellas en 2008.

Quizá una de las premiaciones más importantes con respecto a reportabilidad a nivel mundial son los CR Reporting Award. Organizados por el portal independiente CorporateRegister.com, el ranking identifica y reconoce los mejores informes en este ámbito. En su versión 2013, analizaron reportes de más de 10.500 compañías de 170 países. La metodología se basa en encuestas a 300 profesionales y consultoras especialistas en RSE, para definir cuáles son los mejores informes.

Entre los ganadores están: Nike, con el primer lugar en la categoría “Mejor reporte”; Samsung, con el “Mejor Primer reporte”; Dell, en “Creatividad y Comunicaciones”; y Pacific Hydro en “Transparencia y Honestidad”.


DEL DICHO AL HECHO...

Los reportes de sustentabilidad son las actuales “cartas de presentación” de las empresas. Cada vez más se transforman incluso, en parte fundamental del negocio.

“Es una verdadera indexación de un conjunto de indicadores que permiten a las compañías medir bajo números objetivos el avance en distintos ejes sociales, económicos y medioambientales”, explica Alex Godoy, director del Magíster en Gestión de la Sustentabilidad, de la Universidad del Desarrollo.

Pero ¿Cómo se hace un informe de este tipo? Lo ideal es partir por el estándar mundial que elabora el Global Reporting Initiative (GRI), institución perteneciente al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El GRI ha desarrollado la “Guía para la elaboración de un informe de sostenibilidad”, cuya primera versión surgió en el 2000. Su misión es mejorar la calidad, rigor y utilidad de los reportes de sustentabilidad para que alcancen un nivel equivalente al de los reportes financieros. Se basa fundamentalmente en la implementación del triple balance (triple bottom line), económico, social y medioambiental (ver recaudro).

“En definitiva, es llevar a números lo que muchas compañías realizan en acciones. Pasar de una filosofía de ‘generar’ a una de ‘medir el impacto’,” dice Godoy. Y agrega: “No es tan difícil. Las metodología son gratuitas y están disponibles para cualquier persona o compañía. El problema es que nuestra cultura organizacional no tiene la conducta de reportar indicadores e implementarlos como sistema de gestión”.

En Chile, Codelco es la compañía que comenzó a realizar este tipo de documentos en 1999. Su gerente general de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad, René Aguilar, explica la experiencia: “Este continuo ejercicio de reportabilidad ha significado que hoy disponemos de información verificada externamente sobre nuestro desempeño histórico en sustentabilidad. También nos ha permitido mejorar nuestros canales de comunicación con grupos de interés y responder a sus inquietudes”.

Según el estudio “Análisis de reportes de sostenibilidad 2013: Aproximaciones a la gestión de RSE en Chile”, elaborado por Acción RSE, desde 1999 a 2012 se han publicado 258 reportes en Chile. Además, el 14% de las empresas analizadas comenzó a hacerlo en 2012. La mayor concentración de firmas se encuentra reportando por cuarta vez, representando el 18% del total.

“Obviamente, ser parte de la OCDE ayuda  a que las compañías tomen conciencia. Además, cuando las empresas chilenas entrar a otro mercados, tienen nuevos requisitos, como adoptar estándares éticos diferentes. En Chile estamos bastante bien con respecto a América Latina, pero muy lejos aún de los países desarrollados”,  concluye Alex Godoy, de la UDD.P 

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