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Chile

El ejecutivo explica que la autorización que le pidieron al Ministerio de Hacienda para endeudarse en US$ 50 millones más es porque la compañía está en un límite de liquidez pero que, al ser una empresa del Estado, no podría quebrar.

Lunes 12 de Mayo de 2014.- La oficina de Roberto de Groote, vicepresidente ejecutivo de la Empresa Nacional de Minería (Enami), está casi vacía. El ejecutivo cuenta que antes había una enorme mesa, la que decidió mover a una sala de reuniones, y reponer un living que estuvo hasta 2010. Pero no lo encontraron, y en vez de pedir que compraran otro se consiguió un sillón que llena a duras penas el espacio. Sería ridículo, dice el ejecutivo, gastar en comprar unos sillones cuando la empresa tiene serios problemas de caja.

—¿Cuánta plata necesita la Enami?


“Le hemos pedido a Hacienda aumentar en US$ 50 millones aproximadamente el endeudamiento de la compañía, a US$ 300 millones”.

—¿Qué pasa si Hacienda no lo aprueba?


“Sería muy complejo desde el punto de vista operacional”.

—¿La Enami podría quebrar?


“La Enami es una empresa del Estado, no debiera quebrar. Hacienda debería aprobar este aumento… además ya se hizo, transitoriamente, durante el gobierno anterior”.?

—Y hoy se pide de nuevo.


“Esta en una situación de emergencia, yo llevo un mes en la empresa y es la situación que me encuentro. Estamos en el borde del límite de endeudamiento”.

—¿Se requieren recursos de manera más constante?


“Lo que necesitamos es un mecanismo de largo plazo porque, por la forma en que se trabaja, este es un tema recurrente en la Enami”.

—¿Por la labor de fomento?


“Sí. Porque estamos obligados a comprar y eso, por nuestros procesos, nos empieza a traer problemas de caja, no necesariamente pérdidas, que van aumentando y nos hacen más difícil la administración”.

—¿Y subir el margen?


“El problema es que para marginar más tengo que cobrarles más a quienes fomento. En otras partes del mundo la labor de fomento es una labor dedicada que tiene un costo para el Estado. Aquí se ha tratado de fomentar sin que el Estado tenga costo”.

—Pero el Estado entrega recursos para fomento...


“El Estado entrega US$ 8 millones para labores de fomento pero, estimamos, se gastan cerca de US$ 30 millones”.

—¿Se necesita más plata?


“Si quieres fomentar el sector, esto normalmente se hace con recursos públicos que no retornan. A nosotros nos piden fomentar y autofinanciarnos, y eso es complejo”.

—¿Hay que cambiar el modelo?


“Creo que es algo que hay que estudiar en profundidad: una nueva estructura de financiamiento de fomento a la minería”.

—¿Se necesita un sistema de inversión permanente?


“Otro gallo cantaría… Está bien que se nos exija eficiencia, pero es difícil con el rezago en las inversiones que tenemos”.

—¿Y cuánto se necesita?


“Tenemos que calcularlo, pero lo importante es la seguridad de recibir esos recursos”.

—¿Esta brecha justifica el mal resultado?


“En parte. El problema que se nos produjo es que tenemos un stock que nos lleva, por nuestros procesos, a un sobreendeudamiento”.

—¿Por las pérdidas?


“No, no porque haya pérdidas, sino porque hay compromisos que hacen que tengamos esta situación”.

—¿Hubo mal manejo?


“No puedo decir eso. Es normal que en la Enami existan estos déficits por el modelo de operación de la empresa. Es un tema estructural. En relación con las pérdidas, una de las cosas que ha pasado es que cambió la forma de registrarse y hoy hemos tomado normas internacionales que nos obligan a actualizar los stocks a precios de mercado, y eso hace que sean más oscilantes los resultados: si sube el precio del cobre, tenemos un patrimonio mayor; y si baja, es menor”.

—¿Las pérdidas de la Enami se justifican por un cambio en el método de contabilidad?


“Eso explica una parte, pero por otro lado se despotenció la gerencia comercial, que es la que se dedica a vender”.

—O sea, la Enami vende menos.


“Se hizo muy difícil vender en el último tiempo”.

—¿Y esto se va a solucionar?


“Se va a reponer y vamos a tratar de vender más”.

—¿Va a gastar menos?


“Estamos elaborando un plan de racionalización”.

—Van a dejar de tener pérdidas...

“Nuestra meta es revertir esta situación”.

—Se ha dicho que una de las causas de la complicación financiera de la Enami viene de un aumento en la dotación de la empresa en Santiago.


“Sí, así fue. La dotación creció en un 30% y los gastos subieron a US$ 17,2 millones en 2013 (desde los US$ 15,5 millones en 2009)”.

—¿Habrá despidos? ¿Se va a reponer el organigrama que había hasta 2010?


“Sí, hay despidos para potenciar regiones, y se repondrá, no exactamente, pero sí en su mayoría el organigrama”.

—¿En este escenario se justifica entonces tener un edificio como este para la entidad en Santiago? ¿Sería una opción vender o arrendar? Ya se arriendan dos pisos al Minsal…


“Es una buena opción a analizar. En la medida que nosotros disminuyamos el número de funcionarios quedarán más plantas libres, que podremos arrendar”.

—O vender…


“Para mí un arriendo es mejor que una venta, porque nos generaría un flujo permanente, y esta empresa el gran problema que tiene es la inestabilidad de los flujos”.

“Además, hay que pensar que si aumentamos la dotación en regiones, tenemos que gastar más allá, por lo que el ahorro se compensa de alguna manera”.

DF

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