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México

Con el fin de atraer a los inversionistas a licitar, el gobierno mexicano ha hecho atractivas las condiciones actuales, además contempla retrasar algunas subastas hasta que mejore el entorno de los precios.

Lunes 23 de Marzo de 2015.- México inició la apertura de su industria petrolera con grandes fanfarrias. En un acto realizado hace siete meses, aparecían mapas en gigantescas pantallas, en los que se mostraban docenas de campos petrolíferos, por los cuales, por primera vez en 75 años, licitarían compañías privadas.

Debido a que en esa fecha el precio del petróleo alcanzaba importantes cifras las proyecciones eran ambiciosas, sin embargo con el paso del tiempo los precios se han hundido a casi la mitad. La cuestión es si las compañías privadas todavía estarán ansiosas por invertir. Los grandes actores han estado reduciendo sus planes de inversiones a medida que han caído los precios del petróleo.

Para alentar a los inversionistas a licitar, el gobierno mexicano ha hecho atractivos los términos contractuales. También contempla retrasar algunas subastas hasta que mejore el entorno de los precios.

La reforma energética es el núcleo de los esfuerzos del presidente Enrique Peña Nieto para echar a andar la economía tras décadas de un crecimiento anémico. La esperanza es que las compañías privadas inviertan mucho en el desarrollo de nuevos campos petrolíferos y gaseros, lo que generará empleos y acrecentará las arcas gubernamentales.

“El gobierno de Peña Nieto puso todos los huevos en la canasta de la reforma energética”, dijo Luis Miguel Labardini, un consultor en Marcos y Asociados. “Si lo arruina todo, este gobierno está condenado”.

Atraer dinero privado ha adquirido nueva urgencia, a medida que los precios bajos del petróleo han acelerado el deterioro de la compañía petrolera paraestatal, Pemex.
Al exprimirla con el cobro de impuestos elevados y restringirla con el control gubernamental, Pemex gasta “y pide prestado” más cada año para bombear menos y menos petróleo.

Para sumarse a los infortunios de Pemex, el Gobierno recortó su presupuesto. La medida obstaculiza el impulso de la empresa para rehacerse como un productor competitivo en aguas profundas. El director general de Pemex, Emilio Lozoya, dijo que retrasarían parte de sus planes de exploración independiente en el golfo de México y buscarían socios acaudalados.

Lozoya argumenta que es posible solucionar los problemas de la compañía. “Pemex estaría en una situación de verdadera emergencia si la reforma energética no nos hubiera dado los instrumentos que ahora tenemos para usar dinero de terceras partes para llevar a cabo nuestros proyectos de inversión”, dijo.

Pemex ha empezado a recortar conforme se ha debilitado su posición financiera. Se pospuso la modernización de tres refinerías, largamente retrasada. La empresa no renovó el contrato de unos 10.000 trabajadores empleados por medio de compañías subcontratadas. También hizo que el sindicato estuviera de acuerdo en reducciones en las prestaciones y los beneficios, y que aceptara planes de retiro anticipado para los empleados de más edad y dejar vacantes los puestos.

Incluso, Pemex está planeando lo impensable: despidos entre su fuerza laboral de unos 150.000 trabajadores, incluidos miembros de su sindicato políticamente poderoso. “Tendría que haber una reducción”, dijo el secretario de energía, Pedro Joaquín Coldwell.

El Gobierno esperaba moverse rápidamente para abrir sus campos petrolíferos a la inversión privada, planeaba ofrecer subastas mensuales de contratos para 169 bloques, desde el golfo de México hasta los depósitos de gas de lutita en la frontera con Texas. Empero, la recopilación de toda la información para los inversionistas y la elaboración de contratos atractivos han resultado más complicadas de lo esperado.

La Nación de Costa Rica

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