Cada vez son más las empresas que han optado por contratos de energía como cliente libre, con la finalidad de transformar su negocio y reducir, entre un 20% y 30%, al monto de su factura. Para que un cliente regulado pase a ser libre debe cumplir un par de requisitos elementales, según indica la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).

-Tener una potencia conectada mayor a 500 kW (o realizar un aumento de potencia adecuado para cumplir con el requisito).
-Haber permanecido como cliente regulado al menos 4 años.
-Informar a tu distribuidora la intención del cambio, al menos con 12 meses de anticipación.

En los últimos años, los costos de energía han ido en descenso, especialmente por la entrada al sector de las energías renovables no convencionales (ERNC). Estos precios más bajos actualmente se ven reflejados en las tarifas libres, pero no así en las tarifas reguladas, donde encontramos diferencias considerables. «Una de las principales razones por la que las empresas dan este salto es el ahorro inmediato, pues al cambiar a cliente libre puedes bajar el gasto hasta en un 30%, lo que permite invertir en mejoras que te ayudarán a ser más eficiente y ahorrar aún más», explicó Felipe Orias, Sales Manager de Inergy.

Solo en el 2018 la migración de clientes regulados a libres aumentó 163% en todo el territorio nacional, cifra que con seguridad será superada en el presente año. Si bien ser cliente libre presenta varias ventajas, el cambio de precio es solo el comienzo. Con estos ahorros se pueden llevar a cabo proyectos de eficiencia y mejora dentro de las instalaciones, por lo que es importante contar con el apoyo de empresas especializadas en el área, servicio que Inergy ha sabido y seguirá ofreciendo de forma exitosa a todo el mercado chileno.