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Chile

Martes 20 de Agosto de 2013.- Una paradoja. Mientras más oposición existe a la construcción de proyectos eléctricos, a las compañías generadoras les va mejor. Ese es el análisis del director ejecutivo de Electroconsultores, Francisco Aguirre.

"La empresa generadora tiene dos negocios, el primero es producir electricidad y entregárselo al sistema, el que se valoriza a costo marginal", explica el experto. "Pero hay un segundo negocio, que es el de la comercialización de electricidad al cliente final. La generadora compra energía al costo marginal, que la ley define como precio de intercambios entre productores, y se lo vende al cliente final en los valores acordados en el contrato", cuenta.

En un período donde los costos marginales -el precio de producción de energía de la central más ineficiente- son altos, estas compañías comercializan energía sin obtener grandes utilidades, o incluso pérdidas en esa unidad de negocio, aunque el panorama cambia en su área de producción, que actúa como "compensador".

El consultor ejemplifica: un hidroeléctrica de principios de siglo con un costo marginal de US$ 20 por megawatts hora (MWh) ya obtenía utilidades... y al estar sobre los US$ 200 el MWh -como está en la actualidad- las ganancias se multiplican.

"Los gerentes de producción de las generadoras no se complican porque la gente de Patagonia Sin Represas siga protestando, inhibiendo el desarrollo del sistema, disminuyendo la oferta, haciendo que los costos marginales suban", opina.

¿Cómo llegó el país a esta condición? "El sistema eléctrico chileno está desadaptado y, por eso, hay que tomar medidas urgentes (...), la teoría marginalista que ocupamos es muy eficiente, pero funciona en un sistema económicamente adaptado , lo que no ocurre en el país desde el corte del suministro del gas argentino".

Puede ser peor con las licitaciones...

Sostiene que esto podría ser peor si se oficializa la intención del Ministerio de Energía de utilizar fórmulas que incluyan costos marginales en las licitaciones de los nuevos contratos de electricidad para los hogares.

"El día en que exista la licencia para que puedan adjudicarse licitaciones a costo marginal significa que al consumidor final sí le llegarán los altos precios que estamos viendo, con todo el dolor que va a provocar", piensa.

Por eso, llama a tomar decisiones de excepción para "adaptar" el mercado eléctrico. Y si en la década de los 90 Perú imitó a Chile la regulación impuesta en 1982, ahora debería ser nuestro país el que tome ideas de la forma en que funciona el sistema energético en el país vecino.

-¿Por qué dice que a las empresas generadoras no les preocupa el alto precio de los costos marginales?

-Porque si los contratos incluyen precios a costo marginal, las generadoras ganan o "empatan" por el lado de la comercialización, pero ganan mucho en el área de la producción, no les preocupa que los costos marginales sean altos. Les conviene que estén en las nubes.

-A su juicio, ¿no están descontentas las generadoras por no desarrollar sus proyectos?

-No les preocupa que la gente salga a la calle a reclamar contra proyectos, porque en la medida que cambien sus contratos o logren contratos a costo marginal les importa poco que el sistema se encuentre desadaptado.

"Se podría hacer lo que hizo Perú"

-¿Qué se hace entonces?

-Se podría hacer lo que hizo Perú. En 2008, por restricciones principalmente en transmisión, realizaron un decreto que ponía un límite a la influencia del petróleo en la fijación de precios, creando unos "costos marginales idealizados".

Con esto, se sigue ocupando la teoría marginalista, que fue copiada a Chile, pero calculémoslo sobre la base de que el sistema esté adaptado. Con eso los marginales tienen un máximo cercano a los US$100 por megawatts hora, y a quienes generan energía con petróleo se les paga compensándoles el diferencial entre todos los otros actores del sistema.

-¿Qué produce esa decisión?

-De esta manera no todo el sistema sobrelleva para el 100% de su abastecimiento el costo marginal, sino que sólo el mayor costo que significan estas centrales de urgencia, cuyo costo es elevado.

-¿Con esta modificación dejaría de no interesarles a las empresas lo elevado de los costos marginales?

-Claro, con esto se les impide seguir haciendo este negocio y existe el incentivo para que puedan realizar sus inversiones.

"No podemos abastecernos sólo con el sol y viento"

-¿Cómo hacer las inversiones con la judicialización y oposición ciudadana?

-A estas alturas ese ya no es un problema de las empresas eléctricas y mucho menos del consumidor, que lo lleve a pagar cualquier precio por algo que no camina. Acá debe existir un accionar del gobierno en su rol regulatorio.

-¿Pero esas acciones serían entendidas por gran parte de la ciudadanía que es más activa protestando contra proyectos?

-La gente debe entender que no podemos abastecernos sólo con el sol y viento. Se debe educar para que no salgan a las calles para impedir el desarrollo de la hidroelectricidad que es nuestro principal recurso ni de termoeléctricas que no tienen reemplazo. Las personas necesitan entender que esto es un tema complejo. Esta es una discusión técnica y no es cuestión de que un estudiante secundario defina la solución de un problema técnico de envergadura.

-¿Cuál, a su juicio, será el primer desafío que enfrentará el ministro de Energía del próximo gobierno?

-El mayor desafío que tiene el país es la educación de las personas. Insisto, muchos creen que basta con utilizar las energías como la solar o eólica, pero no es suficiente

-¿Cómo enfrentará Chile la anunciada crisis de 2016?

-La crisis la vamos a pasar. No se cortará la luz, pero sí nos costará muy cara, pagando el petróleo que utilizamos.

 

LSOL

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