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Chile

Economistas de los comités del PIB tendencial y cobre de largo plazo, coinciden en que existe un impacto importante por menor crecimiento de la inversión y de la fuerza de trabajo, así como el bajo aporte estructural de la productividad.

Jueves 29 de Agosto de 2013.- Más optimistas de lo recomendable. Así califican los expertos que participaron en la elaboración de los parámetros en los que se basará el Presupuesto 2014.

Es que ayer el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, junto a la directora de Presupuestos, Rossana Costa, dieron a conocer los resultados de los Comités Consultivos del Producto Interno Bruto (PIB) tendencial y del precio de referencia del cobre de largo plazo.

Para el primer ítem, Hacienda fijó una expansión de la actividad de 4,8%, la más baja desde 2010 y levemente inferior al 5% previsto el año pasado. Esta cifra surge a partir de las proyecciones de los 18 expertos convocados por la cartera para calcular la capacidad de crecimiento de la economía chilena en el mediano plazo ajustada por factores cíclicos, recogiendo las estimaciones de Productividad Total de Factores (PTF), productividad laboral y formación bruta de capital fijo (FBCF).

Respecto del precio del metal rojo para la década, las estimaciones de los 17 miembros promediaron  US$ 3,04 la libra para los próximos 10 años, mostrando un pequeño retroceso respecto de los US$ 3,06 que se utilizó para el presupuesto de 2013.

Estas cifras se entregaron, según el secretario de Estado, en línea con la fecha habitual, desestimando un supuesto “secretismo” respecto de estos parámetros, y que habría quedado en evidencia en el acta del Consejo Fiscal Asesor el 9 de julio en que se acordó mantener en reserva los resultados hasta la entrega del proyecto de Presupuesto, instancia en la que participaba el jefe programático de Evelyn Matthei, Felipe Morandé que “congeló” su injerencia en la instancia.

Con estos resultados, que son claves para determinar los ingresos estructurales y la capacidad de gasto de la economía el próximo año, sumado al déficit estructural previsto para éste año de 1,2% y el compromiso de cerrar la administración en -1% en la variable, Larraín anticipó que el de 2014 “es un presupuesto con un crecimiento moderado del gasto público que es continuidad de las principales áreas que han sido relevantes del gobierno del presidente Piñera”.

PRODUCTIVIDAD AL DEBE

Con una reducción del PIB tendencial de 5% a 4,8% y una caída del precio del cobre de largo plazo hasta US$3,04 la libra, los expertos anticipan que la posibilidad de expandir el gasto fiscal está acotado. Las proyecciones rondan entre 4% y 4,5% para el próximo ejercicio.

El punto que señalan los expertos, es que el tema de la productividad sigue siendo uno de los puntos vulnerables de la economía chilena, lo que a su vez, vuelve a los ingresos fiscales más dependientes de lo que ocurra con los vaivenes del cobre, en vez de apoyarse en crecimiento autosustentado, que fue uno de los compromisos de la actual administración.

En esa línea, advierten que existen áreas en las cuales se podría haber avanzado en forma más agresiva, lo que está teniendo una incidencia importante sobre la variable, en particular el tema energético así como los costos en general.

Según el economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, faltan argumentos que sustenten que Chile pueda seguir creciendo al 5% en el largo plazo, ya sea por la vía de que las tasas de inversión aumenten o la economía se vuelva mucho más productiva.

“Esos antecedentes no estaban, no hay una expectativa de que las tasas de inversión vayan a seguir creciendo desde los niveles actuales y los aumentos de productividad han sido bastante acotados por no decir nulos en el último tiempo”.

Peor aún, agregó Rojas, se está observando una situación en que la competitividad de la economía chilena no ha mejorado. “Los precios de la energía siguen altos, no hay decisiones claves respecto a cómo se va a avanzar en el tema energético y tampoco se ha avanzando en la flexibilidad del mercado laboral”, indicó.

En ese contexto, el economista indicó que el gasto público hacia el próximo año “no puede ser de los mismos niveles que se plantearon para 2013, y si realmente se desea bajar el déficit estructural a nivel de 1%, el gasto va a tener que andar en torno o no superior al 4,5%”.

Similar percepción tiene el economista jefe de BBVA, Jorge Selaive, quien aseguró que con estas rebaja del precio del cobre había un mayor espacio para gastar, sin embargo, dado que el precio del cobre se redujo muy levemente, el espacio es mayor. Sin embargo, advierte que ese no es el único determinante, se debe considerar el crecimiento de la demanda interna y los costos de Codelco que son igualmente importantes que el precio de largo plazo. “La conclusión de que probablemente la expansión del gasto del próximo año difícilmente va a superar el 4%”, proyectó.

Coincide el economista asociado del Grupo Security, Aldo Lema, para quien ambos parámetros -PIB y cobre- lucen optimistas, sobre todo de crecimiento tendencial. “En vez de 4,8% mi estimación se ubica entre 3% y 4% para los próximos años considerando el menor crecimiento de la inversión y de la fuerza de trabajo, así como el bajo aporte estructural de la productividad”.

La mayor preocupación para el economista jefe del Grupo Santander, Pablo Correa, frente al 4,8% de PIB tendencial y la rebaja en el precio del cobre, es que reflejan algo preocupante mirando hacia el futuro y es que el país después de un ciclo de alta expansión del producto, “sigue manteniendo alrededor de la misma tasa de crecimiento potencial”.

Según explicó Correa, “existen áreas en las cuales se podría haber avanzado de mejor forma y el que no se haya realizado está teniendo una incidencia importante sobre productividad y en particular el tema energético”. A su juicio, la productividad del sector minero ha caída en forma importante y eso está totalmente vinculado al tema energético.

¿FIN DEL SÚPER CICLO?

Considerando que la cotización del cobre depende del apetito mundial por el metal rojo, cabe la pena preguntarse si la baja del precio que se ha registrado este año implica el fin del ciclo favorable para el metal rojo.

Para el director del centro de Minería de la Universidad Católica, Gustavo Lagos, el precio “aún no se puede decir que se llegó al término del súper ciclo del cobre porque eso en la práctica significaría que el precio volviera en torno a US$1,30 más menos, sin embargo está en una fase descendente donde lo que Chile recibirá son márgenes de utilidad más estrechos”.

De hecho, explica, si en 2007 la minería aportó ingresos por US$14.000 millones, hoy apenas rondaría los US$8.000 millones.

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