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Perú

Miércoles 27 de Noviembre de 2013.- Perú ha relanzado su millonario proyecto del hierro de Apurímac que estima una inversión que supera los dos mil 600 millones de dólares, mientras Bolivia, que posee los más grandes yacimientos del continente, continúa sin alternativas viables después del fracaso del proyecto El Mutún. Perú ha sabido solucionar los problemas para desarrollar esta iniciativa, y finalmente logró consenso para ir adelante. El proyecto peruano estuvo paralizado durante casi dos años debido a litigios entre sus accionistas (la australiana Strike Resources y la familia peruana Dyer) y a la oposición de los comuneros locales dedicados a la minería artesanal.

Un informe publicado en El Comercio de Lima, da cuenta que la firma "Strike Resources" ha anunciado la elaboración de un estudio de impacto ambiental semi detallado para ejecutar 24.000 metros de perforaciones diamantinas en el área de Opaban, la cual aloja el 100% de los recursos mineralizados del proyecto. La última estimación de recursos en Opaban data del 2010, cuando se identificaron 269 millones de toneladas con ley promedio de 57,3% de hierro.

El objetivo de la exploración, programada para comenzar en julio del 2014, es duplicar ese volumen. El gobierno peruano ha planteado la posibilidad de transportar la futura producción de la empresa "Apurímac Ferrum" por vía férrea hacia el puerto de Marcona (Ica), pero Strike Resources ve más factible, por cuestión de costos, sacar el mineral a través de un mineroducto, siguiendo el ejemplo de Altamira.

El Gobierno con Apurímac está empeñado en desarrollar la minería. "Lo que queremos es que las reglas estén claras para que las empresas mineras puedan negociar con las comunidades campesinas que son dueñas de la superficie", según Elías Segovia, presidente Regional de Apurímac.

Esta es otra muestra de los avances de los vecinos, y de la mala gestión que ha caracterizado a los principales proyectos nacionales, que comparando con lo que hacen otros países, muestran elocuentemente que algo anda mal en el país.
El proyecto siderúrgico de El Mutún, era una esperanza para todo el pueblo, porque representaba miles de puestos de trabajo, inversiones que hubiesen dado movimiento a la economía, desarrollo de los recursos naturales y, fundamentalmente, alcanzar la industrialización que es un anhelo de todos los bolivianos.

Pretendiendo encubrir un fracaso catastrófico, se hacen anuncios en los que nadie cree, señalando que se preven inversiones por cinco mil millones de dólares en El Mutún y que una veintena de empresas extranjeras expresaron su interés en financiar y explotar el gigantesco yacimiento de hierro. Esa versión podrá satisfacer a los afanes demagógicos, proselitistas y de encubrimiento, pero la realidad se refleja en que en los últimos años no se ha logrado compromisos efectivos de inversión extranjera en el país, debido a la inseguridad jurídica. La minería se encuentra en este momento, pese a la espectacular alza en las cotizaciones de los minerales, en un lapso transitorio dañino agravado por la impunidad de las ocupaciones de predios mineros.

Perú decidió impulsar la siderurgia y aprovechar sus recursos naturales. Además del proyecto Apurímac, el presidente del directorio y gerente general del Consorcio Siderúrgico Internacional Cusco (Cosintec SAC), Ricardo Huachilla Paladines, empresa promotora de proyectos de hierro en Cusco y Apurímac, asegura que se han calculado reservas por 2.000 millones de TM en la zona de Andahuaylas y Huancabamba, así como las localidades de San Juan de Chagña (300 millones de TM en reservas) y en Pampachiri en Andahuaylas (110 millones de TM). "El Perú debe tener de 5.000 a 10.000 millones de TM de mineral de hierro", afirma.

Jornadanet.com

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