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Chile

Último catastro realizado por el Consejo Minero muestra un crecimiento de 17%. El gremio evita hablar de reactivación del sector y alerta por la casi inexistencia de iniciativas nuevas, ya que la mayoría son optimizaciones de faenas existentes.

Viernes 04 de Agosto de 2017.- Es una señal positiva, pero todavía prematura para pronosticar una reactivación de la industria. Así analiza el Consejo Minero los datos de la actualización al catastro de proyectos que realiza el gremio, el que reveló un avance importante de las iniciativas en evaluación.

El listado de julio incluye 15 proyectos en estudio por parte de las mineras que totalizan inversiones estimadas en USD 42.341 millones, un aumento de 17,6% si se compara con los USD 36 mil millones que sumaban en diciembre de 2016.

Este aumento se explica por la inclusión del proyecto Desarrollo Futuro de Andina (USD 2.900 millones) de Codelco y Minerales Primarios de Spence (USD 3.300 millones), promovido por BHP. También destaca Rajo Inca, de Salvador, por USD 815 millones.

Datos menos alentadores provienen de los proyectos en ejecución. De acuerdo con el Consejo Minero, existen 12 iniciativas en esa fase, que suman USD 13.943 millones, una caída respecto de los cerca de USD 16 mil millones del catastro anterior, influenciado por la entrada en operación de la planta desaladora de Escondida.

De los proyectos actualmente en ejecución, considerando el monto, el 91% corresponde a Codelco, siendo Chuquicamata Subterránea el más relevante, con una inversión estimada en USD 5 mil millones.

"Si bien el aumento del monto de proyectos en evaluación es mayor a la baja de proyectos en ejecución y, por lo tanto, es una buena noticia, todavía es prematuro hablar de una reactivación de la inversión minera", comenta el presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino. Argumenta que los proyectos en evaluación son inciertos al no contar aún con la decisión de ser ejecutados, a lo que se suma que estas iniciativas son optimizaciones o extensiones de faenas ya existentes.

Es por eso que -explica- existen diferencias entre el catastro que realiza el Consejo Minero y el de Cochilco, ya que el organismo estatal entrega una cifra agregada, sumando los proyectos en sus diferentes fases. "Hemos insistido en que los proyectos en ejecución son distintos a los proyectos en evaluación, por la mayor incertidumbre de estos últimos, y por lo tanto ambos grupos no son sumables. Un dólar de un proyecto en ejecución no es lo mismo que un dólar en un proyecto en evaluación", recalca.

Falta de proyectos desde cero

Un aspecto que preocupa en el gremio que reúne a las grandes mineras del país es la falta de proyectos que parten desde cero, también denominados greenfield .

La mayoría de las iniciativas que forman parte del catastro corresponden a expansiones u optimizaciones de faenas ya existentes en el país.

Villarino opina que el desarrollo de proyectos greenfield requiere una combinación de tres condiciones: características geológicas favorables, perspectiva de precios atractivos y marco regulatorio que otorgue certezas, pero indica que "los hechos muestran que en el último tiempo los inversionistas no han encontrado que esas tres variables se conjuguen adecuadamente".

Por eso -recuerda-, distintas instancias técnicas han propuesto mejoras al marco regulatorio.

El Mercurio

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