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Chile

El ex decano de Economía de la Universidad de Chile afirma que el fuerte crecimiento se debe a las políticas de los últimos 25 años. También advierte que no podemos seguir dependiendo del cobre.

21 de Noviembre 2012.- Joseph Ramos es conocido por decir las cosas de frente y no andar con rodeos. Quizás el ex decano de Economía de la Universidad de Chile se lo puede permitir porque es extranjero. Llegó a Chile desde Estados Unidos para realizar su tesis hace 47 años y nunca más se fue.  El académico de la FEN nació en Puerto Rico y obtuvo la ciudadanía chilena por gracia. Ha sido testigo de los cambios del modelo económico que ha tenido nuestro país y tiene una posición muy definida acerca del boom que está viviendo actualmente la economía chilena.

El lunes el Banco Central publicó las cuentas nacionales, y las cifras confirmaron que la economía sigue creciendo a todo vapor. Para el 2012 se proyecta ahora que el PIB crecerá casi un 5,5 %. En los dos últimos años ha crecido 6 % o más. A simple vista son números para celebrar, sin embargo para un creciente grupo de economistas hay razones para estar alarmados. El déficit de cuenta corriente se ha disparado y la economía está sobrecalentada, lo que amenaza los equilibrios macroeconómicos de los últimos 20 años. Además, seguimos dependiendo del cobre.

A juicio de Ramos hay razones para preocuparse, pero también buenas noticias. La mejor, según él, es que somos más productivos de lo que se mide en las estadísticas.

- “Efectivamente el crecimiento económico este año va a cerrar como en un 5,4 %, sobre lo que tradicionalmente se considera como la capacidad de crecimiento de tendencia que es más bien en torno al 5 %. Así opina la mayoría, pero en mi opinión personal no es el caso. La mayoría opina eso y que la economía, por consiguiente, está sobrecalentada y con riesgos inflacionarios. En mi opinión el crecimiento de tendencia puede ser más alto porque en los últimos años la productividad que hemos medido ha sido muy baja o nula y creo que las empresas de verdad están mejorando su capacidad productiva y creo que es sostenible este crecimiento”.

Para Ramos, el problema que más amenaza a la economía es el creciente déficit de cuenta corriente.

-“Hay un problema que sí comparto que es que el déficit de cuenta corriente es extremadamente alto, no para el año entero, pero sí para el tercer trimestre. Más del 7 %. Esto quiere decir que las importaciones están creciendo fuertemente mientras las exportaciones cayeron en el tercer trimestre. Si esto fuera a continuar así, sería grave. Se considera que un déficit en cuenta corriente superior al 4 % del PIB es una luz roja. El motivo por el cual uno puede estar preocupado es porque con el tipo de cambio actual vigente es muy difícil que aumenten las exportaciones más allá de las que están programadas por el sector de materias primas, principalmente la minería”.

“Recordemos que parte del crecimiento se financió con aumento tributario. Por eso se tiene que frenar un poco el crecimiento del gasto general, sea público o privado. Al crecimiento de 4,8 % que tiene proyectado el gobierno, si uno le descontara la parte del aumento tributario, este sería de un 4,5 %”.

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A largo plazo, Ramos estima que el mayor problema es que todavía dependemos demasiado del cobre para crecer y eso a la larga es peligroso.

-“Este país no puede seguir, y es opinión de muchos, exportando solo productos mineros. En este sentido el tipo de cambio a $ 470 es peligroso porque desalienta cualquier otro tipo de exportación, salvo las tradicionales y cuando el precio del cobre no esté en US$ 3,50 como está hoy día, si no más cercano a su costo de producción que es de 2 o 2,5 dólares, ahí el tipo de cambio será de 550 a 600. Pero en estos momentos tomará muchos años para que las exportaciones no tradicionales empiecen a expandirse”.

Hay un desafío en cómo aprovechar esta bonanza en el precio del cobre y qué hacer para alentar las exportaciones no tradicionales. La mayoría dice que hay un problema, pero a partir de acá las soluciones difieren.

-“Algunos dicen que así es el mundo y punto, y no proponen nada. Otros proponen intervenir en el mercado cambiario. Es decir, que el Central compre dólares y haga subir el precio. Hay otros que dicen que se debería frenar la entrada de capitales del exterior porque esto alimenta el mercado local e influye a la baja en el precio del dólar. Y hay otros que hablan de una política industrial donde lisa y llanamente la Corfo dé líneas de crédito especiales para exportaciones nuevas no tradicionales a tasas de interés internacionales pero más bajas que las actuales en Chile. Es decir, hay muchos mecanismos pero no hay consensos sobre qué hacer”.

El ritmo de crecimiento de la economía apunta a que cuando el Presidente Sebastián Piñera entregue el cargo, su sucesor recibirá una economía que es un 25 % más grande que hace cuatro años. Para Ramos, eso no es crédito del actual gobierno.

-“No quiero ser cruel, pero que yo sepa no hay ninguna política económica, ninguna, de alguna significancia, que se haya tomado para estimular el crecimiento económico. Este se ha debido al cuadro macroeconómico que ha estado en juego en los últimos 25 años y no por algo especial hecho por el gobierno”.

“El aumento de impuestos posterremoto ciertamente no ayudó al crecimiento, tampoco el 7 % de los jubilados ni menos el postnatal. Lo único que yo creo que el gobierno se podría atribuir es que el sector privado, creyendo que un gobierno de centroderecha le sería favorable, desempolvó algunos proyectos de inversión que tal vez de otro modo no los habría hecho, pero no creo que se deba a ninguna política especial. La única política que yo considero, aunque de segundo orden, es la de reducir el número de días para los trámites necesarios para formar una nueva empresa y, si eso ha incidido en una décima, creo que estoy siendo generoso”.

Cómo lo ha hecho el Banco Central

-“Hasta ahora el Banco Central lo ha hecho relativamente bien, sobre todo si es que uno lo evalúa según el objetivo principal del Central que es mantener la inflación entre 2 y 4 %. Ahora el Central también tendría que estar preocupado sobre el tema del déficit en cuenta corriente y creo que ahí hay algo que ellos pueden hacer, aun cuando la mayor labor sea por parte de Hacienda. Acá uno podría decir que el Central debería tener cuidado con esto. Creo que el Central alertado sobre la posibilidad de burbujas en el sector inmobiliario puso paños fríos e hizo lo correcto”.

LSOL
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