HidroAysén en la Patagonia chilena

Chile

30 de Mayo de 2011.- Es impactante la reacción que han tenido políticos y ambientalistas en contra de un proyecto que responde a su propia naturaleza. HidroAysén generará una gran reserva de agua dulce para Chile, producto de los deshielos naturales dentro de un embalse y producirá en su descenso energía natural para la región de Aysén en la Patagonia chilena y para todo el país.

Suecia tiene el más alto crecimiento de innovación del mundo, es el gran rector ambientalista de la tierra y ahí el 47% de la energía es producida por reactores nucleares y un 44% por hidroeléctricas, solamente un 8% por biomasa y un 1% por energía eólica. En China existen 27 plantas de energía nuclear, algo así como la mitad de la energía del mundo, y llegarán a tener 50 centrales nucleares en los próximos años. La necesidad de esos países para energizar sus industrias, les demandan soluciones de energía limpia. Esas energías limpias son atómicas o hídricas, ese es el principal recurso disponible, no existe otro en abundancia y limpio en el planeta.

El tema en Chile es similar, pues no podemos explotar recursos no renovables como el petróleo para explotar recursos no renovables en la minería, porque así estamos haciendo un daño de doble dimensión. Eso ocurre hoy, pero debe cambiar, justamente por un tema medioambiental y por existir soluciones más económicas y limpias. Además, la energía actual no alcanza para todo el país, en un entorno de crecimiento económico acelerado.

Las centrales hidroeléctricas aprovechan un recurso sustentable con los altos nevados de la cordillera, que mantienen el agua congelada durante el invierno en sus altas cumbres, las que con sus deshielos permiten un consumo renovable, en una zona donde la lluvia es como el pan de todos los días. De esta manera se produce un ciclo natural que permite su explotación razonable. El proyecto HidroAysén generará abundante energía nueva para el país, energía propia, independiente y que responde a una demanda energética nacional. Esta nueva energía emerge del sur en la Patagonia y permitirá una independencia del petróleo y gas de países vecinos.

HidroAysén se integrará a la naturaleza misma de la región, devolviendo lo que es del mar al mar, sin alteraciones. Esta solución pasa por un tema geopolítico, al eliminar los riesgos de un abastecedor que corta el suministro, como fue lo sucedido con el gas argentino. En el norte de Chile, no podemos pensar en el mismo tipo de solución energética para abastecer a la gran minería. Ahí solamente queda analizar seriamente la energía nuclear, acompañada de la solar y aeólica. Pues estas energías renovables permitirán bajar los costos de extracción de un recurso no renovable como es el cobre, actualmente base de sustentación económica de Chile.

El tema energético de este país al fin se aborda seriamente a lo largo de Chile. Por lo anterior, los grupos ambientalistas y partidos de oposición no deben aprovechar temas sensibles para hacer política sucia y así contaminar un debate indiscutiblemente natural. Veamos qué hacen los países con las mayores exigencias ambientales del mundo, como Canadá y los países escandinavos.

Debemos actuar como ambientalistas si la propuesta contiene la incorporación de desechos químicos o de cualquier naturaleza tóxica a nuestros mares, ríos y lagos. Esas son verdaderas razones para protestar ambientalmente, no por una causa que es noble de nacimiento y que la practican los países más ecológicos del mundo.

Creo que debemos darle una oportunidad a la autoridad para que aborde este tema con la mayor seriedad y profesionalismo posible, como creo lo está haciendo con HidroAysén (DF).

Portal Minero