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China

Los funcionarios de aduanas se toman más tiempo para autorizar la entrada de las importaciones de metales desde que surgieron las acusaciones de fraude, afirman los operadores.

Viernes 20 de Junio de 2014.- Las importaciones chinas de cobre y mineral de hierro podrían caer por un supuesto escándalo financiero, mientras los bancos restringen el crédito y los funcionarios de aduanas endurecen las inspecciones a la entrada de mercancías, señalan operadores del mercado de metales.

Los bancos occidentales están investigando denuncias de que una firma de corretaje china utilizó ilegalmente metales como colateral en sus operaciones con más de una entidad. El operador portuario de Qingdao, el puerto al este de China donde se almacenan los metales, ha confirmado que las autoridades chinas están investigando las acusaciones de fraude relacionadas con las reservas de metales.

El gobierno chino no ha comentado públicamente al respecto.

Los operadores han utilizado metales como colateral para traer a China más de US$110.000 millones, según estimaciones de Goldman Sachs.  Este tipo de operación es un mecanismo legal para esquivar los controles de capital de China y ha contribuido a que los volúmenes de importaciones de metales se mantengan elevados incluso cuando el crecimiento de la economía china se ha desacelerado.

Ahora, los operadores afirman que hay una serie de interrupciones en este tipo de operación relacionadas con la investigación y los esfuerzos de China por contener los grandes flujos de capital al país que han fomentado el rápido crecimiento del crédito.

Los funcionarios de aduanas se toman más tiempo para autorizar la entrada de las importaciones de metales desde que surgieron las acusaciones de fraude, afirman los operadores.

"En aduanas, se tarda entre 15 y 20 días e incluso hasta un mes para autorizar la entrada de cargamentos de cátodos de cobre. Anteriormente, se tardaba entre 7 y 10 días", explica un operador de metales en Qingdao, que quiso mantener el anonimato.

A las autoridades les preocupaba el ritmo de crecimiento de las operaciones de financiación avaladas con metales, incluso antes de que surgieran las denuncias. En abril, los reguladores expresaron su preocupación a los gobiernos locales sobre estas prácticas, que los especuladores han utilizado para apostar por tipos de interés más altos. Esto ha puesto nervioso al mercado, dicen los operadores. En mayo, las importaciones de mineral de hierro cayeron 7% respecto al mes anterior, mientras que las de cobre se desplomaron 16%.

Las importaciones en los próximos meses podrían ser incluso más débiles, auguran los operadores. Muchos bancos han comenzado a retener letras de crédito que se utilizan para financiar las operaciones de materias primas, añaden.

"Las cosas están empeorando. Las importaciones se han contraído en mayo. Podrían caer más en junio y julio", afirma un ejecutivo de una compañía que hace transacciones con materias primas en Hong Kong. "La gente ya empieza a tener dificultades para abrir letras de crédito a la importación de cobre y otros metales en bancos de China".

Se estima que una tercera parte, o más, de las importaciones chinas de metales se utilizan como colateral en los préstamos de los bancos chinos en la sombra, una amplia red de entidades reguladas con mucha laxitud. Estas reservas entran y salen de los depósitos aduaneros en lugar de ser utilizados para nutrir la demanda real.

China es el mayor importador mundial de muchas materias primas, y estas importaciones constituyen uno de los indicadores más observados de la actividad económica de la segunda mayor economía del mundo.

Las reservas de cobre en los depósitos aduaneros del país se sitúan en torno a las 800.000 toneladas, calcula Li Chunlan, analista de la consultora especializada en metales CRU Group, con sede en Beijing. A los precios actuales, estas reservas tendrían un valor de US$5.400 millones.

Las primas a los precios del cobre al contado para entrega inmediata desde los depósitos de Shanghai se han reducido a US$70 por tonelada, más de la mitad desde los US$185 de diciembre, una señal de que hay más gente que quiere vender en lugar de mantener sus reservas, afirma el ejecutivo de Hong Kong.

Los precios del cobre a tres meses en la London Metal Exchange han caído cerca de 10% desde principios de 2014. Después de que se hiciera pública la investigación hace dos semanas, los precios cayeron de forma drástica, aunque han permanecido prácticamente planos en los últimos días.

Algunos operadores creen que las importaciones podrían caer de forma más abrupta a partir de agosto, ya que las compras se hacen por adelantado y los problemas con la financiación en estos momentos se notarían dentro de un par de meses a través de menores cargamentos.

Helen Lau, analista de UOB Kay Hian, cree que los precios podrían descender más si los operadores se ven obligados a vender los colaterales para pagar los préstamos, deshaciéndose de los metales en el mercado.

"La preocupación del mercado respecto a los precios del cobre es real. No estoy diciendo que los precios del cobre vayan a seguir cayendo, pero hay un riesgo a la baja. Los precios van a fluctuar. No va a haber recorrido alcista en los precios del cobre a corto plazo", añadió.

Otros aseguran que la demanda real de metales como el cobre y el mineral de hierro para utilización industrial limitará el descenso de las importaciones.

La investigación oficial hasta ahora parece limitada a Qingdao y otro puerto cercano, ninguno de los cuales es un actor relevante en la financiación de materias primas en relación con los grandes centros portuarios como Shanghai. No obstante, la investigación probablemente no va a desalentar a los muchos operadores que todavía quieren importar metales para utilizarlos como colateral en operaciones legítimas de financiación, asegura Chunlan de CRU Group.

WSJ

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