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Chile

Terminado el boom de precios e inversiones de la última década, las empresas mineras se están concentrando en optimizar sus operaciones y tratando de vender los activos no centrales.

Lunes 04 de Mayo de 2015.- Las compras, fusiones y levantamiento de capital en la industria minera vienen bajando desde 2010 y la tendencia se mantuvo en el primer trimestre de 2015.

Según datos de EY, las operaciones de compras y fusiones en la minería cayeron a la mitad respecto del primer trimestre de 2014, a 79 operaciones, por un monto de USD 5.900 millones, un 18% menos que un año antes. Según la firma, fueron las desinversiones en sectores como carbón y oro los que impulsaron la actividad. También en el primer trimestre se levantó capital por USD 40.000 millones, un 17% por debajo del mismo lapso del año pasado.

Las cifras muestran que con los precios de los commodities bajo presión, ni los inversionistas quieren comprar ni las empresas invertir en grandes planes de expansión. Y eso no es una buena señal para un país minero como Chile, que creció gracias al boom de las inversiones mineras que partió en 2004 y que hoy tiene que buscar otros motores.

En BMO Capital Markets, la división de banca de inversión del Banco de Montreal, la percepción es de un mercado donde no habrá grandes operaciones y en el que las empresas se concentrarán en optimizar sus operaciones. Es probable que los activos que puedan ponerse en venta como consecuencia de revisiones estratégicas encuentren interesados en la medida en que complementen operaciones ya existentes. “Es un mercado de compradores”, comenta Egizio Bianchini, codirector global del equipo de minería y metales de BMO.

Las mineras, explica, están enfrentando un nuevo conjunto de exigencias, que van desde rentabilizar las cuantiosas inversiones que hicieron hasta 2012 hasta obtener licencias sociales para operar, pasando por satisfacer las demandas de gobiernos que necesitan aumentar su recaudación. Y es un escenario que se repite a nivel global.

Zambia, por ejemplo, elevó el royalty a la minería de 6% a 20% de la noche a la mañana, llevando a mineras como Barrick a anunciar el cierre de su mina de cobre Lumwana. El gobierno echó marcha atrás, dejó el impuesto a la renta en 30% y el royalty en 9% y Barrick siguió adelante. En ese sentido, comentó Jason Neal, director ejecutivo del equipo de minería y metales de BMO, “Chile y Perú han sido mucho más cuidadosos en su tratamiento de las inversiones mineras”. Chile, en particular, ha sido un país notablemente estable por los últimos 40 años y en general “ha sido una buena inversión”, estima Neal.

Las empresas han buscado distintas formas de adaptarse a este escenario más exigente. Bianchini y Neal ven cambios permanentes en la forma en que evalúan los riesgos. Por ejemplo, privilegiando los activos de mejor calidad, con buenas leyes que rindan más por menos. Hay menos énfasis en escala y más en retorno y generación de flujo de caja. Las mineras están desarrollando los proyectos en etapas, tratando de gastar menos y limitar el riesgo.

Y es probable que esa menor inversión conduzca a una menor producción mientras el consumo sigue subiendo. Como oferta y demanda aún son la base del mercado, comentan, en algún momento la demanda obligará a aumentar la oferta. Pero no será este año. “El cobre a USD 2,75 no genera inversiones y es un desafío para algunos proyectos”, afirma Bianchini.
Pero a diferencia de la industria petrolera, donde el desplome del petróleo ya condujo a la oferta de Shell por BG en US$ 80 mil millones y hay expectativas de una consolidación, en minería no se prevén grandes operaciones. “Para que haya compras y fusiones transformacionales tiene que haber precios de acciones más altos” señala Neal, además de precios de commodities bajos.

En BMO esperan operaciones que sustenten manejo de balances y reacomodo de activos. Hay empresas con balances más sólidos que otras, que podrán aprovechar las ofertas. Pero serán selectivas, porque los inversionistas también estarán mirando los balances. Algo de eso se está viendo en Chile con la decisión de Barrick de postergar Pascua Lama y vender Zaldívar o la de Anglo de enajenar Mantos Blancos y Mantoverde.

El capital privado, estiman, no tendrá un rol protagónico, básicamente porque suele operar con riesgos más acotados y períodos de tiempo que no son los habituales en minería. Si el ciclo se da vuelta, puede que las condiciones no sean las que el inversionista planeaba al momento de la salida.

La Tercera

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