Del Grabado a Buril y Aguatinta

En las artes de lo visual el grabado es un camino más que el artista decide en su escenario de taller. Del grabado a buril y aguatinta se crea una imagen original a partir de una base o matriz de metal cuyo resultado es la producción de estampas junto a la combinación de materiales, herramientas y maquinaria única en su género; no obstante, es el estilo del autor el que define en el hacer su personalidad artística.

Una de las más antiguas destrezas de realizar una imagen es a través del grabado en cuño a buril, en metal o matriz, que asociado a alquimias ancestrales y sus etapas de grabar, calcar, surcar, arar, hender e imprimir, hace posible que una imagen florezca a través de estos preciosos ritos. Por otra parte, el grabado a buril y aguatinta como técnica de incisión reconoce y requiere al menos tres momentos importantes y anteriores al resultado de una estampa original y definitiva que apreciamos:

El buril es el medio para realizar el dibujo maestro; es una pieza metálica de sección cuadrada, de ángulo puntiagudo y mango de madera que se adapta a la mano al empujar hacia delante en la superficie de la matriz; emerge de este modo la imagen que asoma de los trazos y líneas que produce el buril.

Las aguatintas en el grabado serán las tonalidades que acompañen al dibujo y que a través de planos y “climas” impacten a la imagen de luz, sombra y color. Las aguatintas son el resultado de “alquimias” y complementos derivados de los ácidos, temperaturas, asfaltos y volátiles que afectan a la matriz de cobre y bronce produciéndole huellas poros e incisiones por donde fluirán las tintas previas a la impresión.

Por último, el momento definitivo precisa de una buena calidad de etapas para obtener una imagen óptima. Se imprimirá y cada vez impregnando la base con tintas y resinas oleosas, reiterase el ciclo sucesivamente hasta dar por terminada la edición. Humedad, tiempo y temperaturas son esenciales en el ámbito del taller; el receptor de la imagen es un pliego compuesto de algodón de apreciable gramaje que al estar húmedo se adapta a la forma y fija sus tintas. En tanto, el tórculo o mesa prensa de cilindros girará haciendo presión sobre el pliego y el fieltro hasta penetrar en las zonas más profundas y hundidas de la matriz por donde surgirá a la mirada una imagen inmejorable de un grabado hecho en aguatinta y buril.

Claudio Sanz Chávez