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Chile

Felipe Donoso, CEO de Enérgica City.

5 desafíos para impulsar la electrificación en la minería

martes 14 de mayo del 2024.- A medida que el mundo avanza hacia la sostenibilidad, las industrias sienten cada vez más la presión de reducir su huella de carbono y el sector minero no es la excepción. Para alcanzar este objetivo, una de las herramientas clave es la electrificación de flotas. En ese contexto, la minería enfrenta una serie de desafíos para desarrollar la electromovilidad, principalmente cinco.

En primer lugar, a través de la electrificación, la industria puede enfrentar uno de sus principales retos: la reducción de costos. Esto, debido a que los vehículos eléctricos son más eficientes energéticamente, lo que significa que pueden cubrir más distancia por unidad de energía en comparación con los vehículos diésel. Así también, los vehículos eléctricos tienen menores necesidades de mantenimiento, ya que los motores eléctricos tienen menos componentes que pueden desgastarse en comparación con los motores diésel.

El segundo gran desafío es la optimización de flota como parte de la migración. Para enfrentar este reto, las mineras deben analizar las necesidades operativas de la explotación minera y determinar la combinación adecuada de vehículos eléctricos y de diésel tradicionales para optimizar la flota. Esto implica evaluar factores como los requisitos de carga útil, la distancia recorrida y las condiciones del terreno para garantizar que cada tipo de vehículo se utiliza de manera eficiente.

Así también, la implantación de sistemas para supervisar la utilización de cada vehículo de la flota puede ayudar a identificar oportunidades de optimización. Mediante el seguimiento de factores como el tiempo de inactividad y los patrones de uso reales, las mineras pueden tomar decisiones informadas sobre el tamaño de la flota y su despliegue. La utilización de software y tecnologías de optimización de rutas puede ayudar a optimizar el movimiento de los vehículos dentro del emplazamiento minero.

El tercer gran desafío de la minería para avanzar en la electrificación es realizar licitaciones con toda la información requerida, de forma transparente y en los plazos correctos. Para esto es fundamental definir los requisitos del proyecto, exponer claramente el alcance, los objetivos y las especificaciones técnicas. Esto incluye la identificación de los resultados deseados, los plazos, las limitaciones presupuestarias y cualquier requisito o preferencia específicos.

El cuarto reto es realizar la transferencia tecnológica sin riesgos hacia la operación. Para esto es clave una implementación gradual. Empezar con proyectos piloto o a pequeña escala de la tecnología de electromovilidad para evaluar la viabilidad y mitigar los riesgos. Luego, se aumenta gradualmente el despliegue en función del éxito de estas pruebas iniciales.

Así también, es fundamental realizar una evaluación de riesgos exhaustiva y hacer un seguimiento continuo de resultados. Es necesario recopilar datos sobre indicadores clave de rendimiento, como la eficiencia energética, la productividad, la fiabilidad y la seguridad, para evaluar la eficacia de la tecnología e identificar áreas de mejora.

El desafío final es potenciar los efectos colaterales positivos, como la reducción de emisiones y de ruido; transferencia de conocimientos hacia las comunidades; el uso de los sistemas de carga de forma comunitaria; la incorporación de mujeres en la industria, entre otros.

La electrificación no es una tarea sencilla, pero es necesaria para la sostenibilidad del sector a largo plazo. Por eso, es fundamental que las mineras impulsen una estrategia hoy, que les permita enfrentar estos desafíos.


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