lunes 10 de noviembre del 2025.- “Esta estrategia asegurará que el 100% de los titulares de fuentes emisoras sean fiscalizados”, explica Patricio Walker, socio de ECOS Chile. “Lo que busca la SMA es instalar un sistema de reportabilidad, fiscalización y respuesta por medio de canales digitales y automatizados, lo cual le permitirá hacer un seguimiento permanente del universo completo de regulados a nivel nacional. Eso implica que las empresas deben prepararse para operar bajo un estándar más exigente y dinámico”.

De acuerdo con el documento oficial, la estrategia contempla la modernización de los sistemas de reporte, la creación de un nuevo Sistema de Seguimiento de Residuos Líquidos (SISREL) y el fortalecimiento de las acciones preventivas. En ese sentido, Walker explica que es clave la capacitación de los equipos “para asegurar que los nuevos canales y requisitos de reportabilidad de la nueva estrategia sean cumplidos, evitando así generar brechas por desconocimiento”.

En la misma línea, Juan Eduardo Johnson, socio de ECOS Chile y especialista en el tema, destaca también que “la nueva estrategia está construida sobre la base de herramientas digitales y procesos automatizados que permiten una fiscalización completa y prácticamente instantánea que, a su vez, permitirá a la autoridad tomar acciones de forma más oportuna y basada en criterios estandarizados”.

Agrega que uno de los puntos críticos será la calidad de la información reportada, “dado este esquema, resulta clave para la SMA que los regulados reporten la información necesaria de forma digital y que ésta sea correctamente ingresada a los sistemas”.

Ambos expertos coinciden en que el enfoque de la SMA no apunta a crear nuevas exigencias, sino a fortalecer el cumplimiento de las normas ya vigentes —particularmente el D.S. N°90/2000 y el D.S. N°46/2002, que regulan las descargas de residuos líquidos a aguas superficiales y subterráneas, respectivamente—. “Lo que pretende la estrategia es fortalecer la fiscalización, generando así un incentivo para mejorar los estándares ambientales en la práctica. Y este incentivo es bastante claro, ya que promueve la respuesta rápida del titular ante desviaciones normativas, más que en el inicio de procesos sancionatorios que por su extensión, muchas veces pueden retrasar la solución a la problemática ambiental generada”.

Johnson complementa que este esquema abre también una oportunidad: “La estrategia formaliza una práctica positiva que ya venía aplicando la SMA, al permitir la corrección de ciertas desviaciones sin iniciar un proceso sancionatorio. Para los titulares, eso significa la posibilidad de actuar rápido, corregir y evitar multas o impactos reputacionales”.

Respecto de los plazos, de acuerdo con la SMA, la implementación de la estrategia abarcará un periodo de tres años (2025-2027), realizando evaluaciones periódicas para identificar oportunidades de mejora y/o complemento, según corresponda.

“Este plazo debe entenderse como el necesario para ir implementando las distintas acciones de la estrategia, algunas de las cuales ya están en curso y avanzadas, más que un período donde se desplegará de forma permanente en su totalidad”, destacan en ECOS Chile.

En opinión de ambos expertos, la publicación de esta nueva estrategia es un ejercicio de transparencia necesario desde un organismo regulador y representa una potente señal hacia los regulados en línea con el cumplimiento ambiental.

“Esta es la segunda estrategia de fiscalización que publica la SMA para el conocimiento de los regulados, y de cualquier interesado, siendo un avance importante en acceso a la información y transparencia desde un órgano fiscalizador”.

“Además, facilita la comprensión del foco institucional en materia de fiscalización de descargas de Residuos Industriales Líquidos, estableciendo los criterios generales, así como las consecuencias esperadas ante desviaciones normativas, permitiendo anticipar y planificar la respuesta que tendrán para adaptarse al nuevo esquema que está implementando la SMA”.