Chile
Sebastián Faúndez, Líder de analítica en GEM Mining Consulting.

Para operar en el país, se requiere contar con concesiones, un CEOL, cuota de extracción otorgada por la CChEN y una RCA, además de realizar consulta indígena cuando corresponda. Salares Altoandinos dispone de un CEOL recientemente aprobado y ahora con una cuota de extracción, aunque aún debe resolver interferencias con concesiones y servidumbres para asegurar un cronograma plausible con RCA y estudios de ingeniería. El aprendizaje es gestionar ese embudo con sentido de urgencia, estándares altos y una gobernanza de portafolio efectiva, con hitos y tiempos claros.
El contexto de mercado no espera. La demanda por litio seguirá impulsada por la electromovilidad y el almacenamiento energético, pero ya muestra una moderación tras el boom de 2022 y una oferta global más diversa y competitiva. Esto eleva la exigencia y obliga a acelerar el desarrollo de proyectos con ventajas naturales reales, como los salares chilenos, si el país quiere mantener su posición en la transición energética global.
En este contexto, la tarea es clara: acelerar permisos con plazos claros y trazabilidad, abrir espacio a asociaciones público-privadas cuando aporten velocidad y capacidades y orquestar una cartera de salares con criterios de costo, impacto y tiempo de llegada al mercado. Analítica para priorizar, economía para competir y evaluación para ejecutar. Que Salares Altoandinos no sea la excepción ni el último en avanzar, sino el primero de una nueva generación de proyectos que transformen el potencial en producción competitiva.
Lo resume bien una metáfora conocida: el mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años; el segundo mejor momento es hoy. Para Chile y sus salares, ese segundo mejor momento es ahora.
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