Chile
Sebastián Quiñones, Director de Desarrollo Estratégico de CIL Lithium, analiza la estabilización del precio del carbonato de litio y detalla los tres ejes estratégicos de la Hoja de Ruta 2030 del organismo, enfocada en la coordinación regional, la flexibilidad normativa y la industrialización para agregar valor en el nuevo escenario geopolítico global.

viernes 28 de noviembre del 2025.- En 2025, el mercado global del litio experimentó una reconfiguración significativa tras la brusca corrección en los precios, pasando de cifras históricas a un valor más estable. Esta caída, lejos de ser negativa, ha sido un proceso “necesario para estabilizar los precios”, según explica a Portal Minero Sebastián Quiñones, Director de Desarrollo Estratégico de la Cámara Internacional del Litio y Energías (CIL Lithium), quien entregó un balance detallado del panorama actual y futuro para la región latinoamericana.
De acuerdo al especialista, “este año ha sido un año interesante porque hemos visto una estabilización en los precios del litio, que han pasado de cerca de US$ 70 mil la tonelada a alrededor de US$ 11 mil. Esta caída, aunque inicialmente vista como catastrófica por algunos, era en realidad necesaria para estabilizar los precios y permitir la consolidación de los actores más resilientes”, precisó.
A su juicio, la caída de los precios estuvo impulsada por varios factores, entre ellos la entrada de nuevos actores en la industria, especialmente en países como Argentina, que está viendo el desarrollo de numerosos proyectos con perspectivas de producción a corto plazo. Quiñones destaca también el fenómeno de Zimbabue, que pasó de ser un productor marginal a competir por la cuarta posición a nivel mundial en términos de producción de litio.
Otro factor importante fue el comportamiento del mercado de vehículos eléctricos. “A pesar de que la demanda de estos vehículos no creció al ritmo esperado, esto fue compensado por la entrada de los sistemas de almacenamiento energético (BESS), que ahora representan aproximadamente un 13% del consumo global de litio. Es decir, lo que se perdió por la desaceleración de la transición eléctrica completa, se fue recuperando por el almacenamiento BESS, asunto que el mercado no lo esperaba”, detalló.
Al ser consultado qué escenarios visualizan de cara al 2026, el director de CIL Lithium proyecta un crecimiento sostenido en la demanda de litio. “Nosotros hablábamos hace unos días atrás de una proyección de un aumento del 400% a 2040 y en ese sentido vemos que lo más probable es que el precio se acerque entre los US$ 15 mil y US$ 20 mil la tonelada a partir del 2026 o 2027”.
Quiñones incluso plantea un escenario alcista que podría llevar las cotizaciones a US$ 25 mil la tonelada impulsado por la reducción de producción en China. Sin embargo, advierte: “Si la guerra comercial entre Estados Unidos y China se intensifica, eso permitiría que los precios se mantuvieran entre los US$ 10 mil y US$ 12 mil la tonelada”, especifica.
Avances de proyectos de litio en Chile
En este contexto, otro capítulo relevante es la creciente participación de empresas estatales en proyectos de litio, ejemplificada por el acuerdo Codelco-SQM y los avances de Enami en Salares Altoandinos.
En ese sentido, el experto de CIL Lithium contextualiza estos anuncios como una tendencia global, no solo local. “Cuando uno habla de Tianqi o Ganfeng, hay participación estatal china. Cuando hablamos de Eramet, está el estado francés”, precisa.
Por eso considera positivo el entendimiento alcanzado entre Codelco y SQM, ya que permitirá a nuestro país a retomar el liderazgo de producción: “Lo que siempre se decía es que Chile se quedó atrás en producción. Bueno, esto es un excelente acuerdo para duplicar o incluso triplicar la cantidad de producción del país”, asegura.
En ese sentido, también destaca el avance de Enami y Río Tinto en el proyecto Salares Altoandinos, con una inversión superior a los US$ 3.000 millones. “Además, este proyecto se erige como un eje fundamental para ser un líder global en respeto ambiental”.
En cuanto a la uso de nuevas tecnologías, el director de CIL Lithium, destaca en especial la Extracción Directa de Litio (DLE por sus siglas en inglés), la que juega un rol crucial en la agenda de la región, enfocada en la sostenibilidad y la competitividad.
“La DLE ya es un paso grande hacia ese horizonte y nos permite extraer mucho más rápido, de meses, o años en algunos casos, a horas o días. En estos casos, se pueden mencionar algunos ejemplos, como el de Lilac Solutions que tiene un menor consumo de agua sumamente interesante. Además, están las tecnologías de Eramet y otras que están hoy día en operación”, destaca.
A su juicio, el avance de las nuevas tecnologías en los procesos del litio debe abocarse en tres objetivos: reducir el consumo hídrico, controlar la energía gastada por tonelada, y en términos de costos, debieran ser más eficientes.
Finalmente, el Director de CIL Lithium hace un llamado a la transformación cultural, mirando al futuro del recurso.
“Nosotros vivimos pensando en que no nos vaya a pasar lo mismo que con el salitre, pero en vez de estar pendiente tanto de las sombras que dejamos en el pasado, hay que mirar más hacia el futuro. Por eso, debemos generar una visión a 5 años, pero también a 10, a 20 y a 50 años, porque el litio tiene para rato. Los otros materiales que pueden servir de almacenamiento son muy buenos, pero ninguno compite con las propiedades químicas y con las propiedades energéticas que tiene el litio hoy”, explica.
La Hoja de Ruta al 2030: Coordinación y Flexibilidad en el Triángulo del Litio
La CIL Lithium presentó su Hoja de Ruta al 2030, un plan que busca redefinir la posición de Chile, Argentina y Bolivia —el llamado “Triángulo del Litio”— más allá de ser meros extractores de materia prima. Según la entidad, los ejes principales de esta ruta son la coordinación regional, la flexibilidad normativa y la industrialización regional y trazabilidad.
Al respecto, Quiñones precisa que la coordinación “no quiere decir que se forme un cartel del litio entre Chile, Argentina y Bolivia, porque eso sería contrario de la libre competencia, sino que nosotros estandaricemos ciertos parámetros que tienen que ver con el uso de tecnologías, con el respeto ambiental y también con la agregación de valor”
La flexibilidad normativa también es esencial esta ruta: “No buscamos una apertura total, sino una regulación que permita la innovación y el desarrollo sin caer en una guerra de precios que termine afectando la rentabilidad del sector”, explica.
“La industrialización regional y la trazabilidad de la producción son elementos clave para asegurar que el litio extraído sea valorado adecuadamente y se traduzca en un desarrollo económico y social para la región”, concluye el especialista.
Para ver la entrevista completa del Director de Desarrollo Estratégico de CIL Lithium, Sebastián Quiñones, pincha aquí.
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