Entre enero y septiembre la empresa reportó una utilidad neta de US$180 millones, lo que se compara positivamente con la pérdida neta US144 millones de igual período de 2021.

La variación se explica, principalmente, por la mejora en los resultados operacionales y por los impactos contables relacionados al proceso de descarbonización, reconocidos en 2021.

En los primeros nueve meses del año, la compañía registró un EBITDA de US$580 millones, un 14% superior al acumulado en septiembre del 2021, si excluimos reconocimiento del acuerdo de la subisidiaria Angamos.

En Chile los mejores resultados se debieron a menores costos de suministro de contratos, asociados a menores compras físicas en el mercado spot a menores precios.

El CEO de AES Andes, Javier Dib, destacó que «los resultados financieros dan cuenta de la resiliencia de la empresa en la ejecución de Greentegra, lo que es relejo de la disciplina estratégica de todo nuestro equipo de colaboradores y colaboradoras para honrar el compromiso que tenemos con la descarbonización de la matriz energética y el aporte de nuevas soluciones 100% renovables».

Nuevas operaciones

Este año la empresa inició la operación comercial de 168 MW en parques eólicos de construcción propia. Se trata de Los Olmos y Mesamávida, ambos en la región de Biobío, mientras, los proyectos Andes Solar IIb (solar más almacenamiento de baterías) y Campo Lindo (eólico) avanzan para alcanzar su operación comercial a inicios del año 2023 y seguir sumando energía renovable a su matriz.

Además, Alto Maipo, proyecto renovable de 531 MW, fundamental para el proceso de descarbonización de Chile, ya es una realidad y se encuentra entregando energía 100% renovable al Sistema Eléctrico Nacional.

Reconversión a sales fundidas

En octubre la empresa ingresó a tramitación ambiental Alba, una iniciativa pionera a nivel mundial que busca ser una alternativa para la reconversión a centrales termoeléctricas a través del uso de sales solares fundidas.

El proyecto explora la posibilidad de reemplazar la actual generación a carbón de las unidades 1 y 2 de la Central Termoeléctrica Angamos, ubicada en Mejillones, Región de Antofagasta, por un sistema de sales solares fundidas (Molten Salt).

Con esta tecnología se almacena energía renovable como calor para posteriormente ser utilizado para proveer energía y capacidad libre de emisiones al sistema eléctrico.

Primera incursión en H2 Verde

También en octubre, AES Andes anunció el lanzamiento del primer Open Season de hidrógeno verde del país, luego de contar con la aprobación ambiental de Adelaida, su primer proyecto con este vector energético en Chile.

El proceso busca activar el mercado y gatillar una demanda concreta por parte de las empresas de la Región de Antofagasta interesadas en utilizar hidrógeno verde para hacer sus operaciones más sostenibles.

Adelaida contempla la construcción y operación de una planta de producción de hidrógeno verde (H2V) ubicada en las instalaciones de la central Angamos. Tendrá una capacidad de producción de hidrógeno verde de 1.000 kg/día equivalente a 2,5 MW de potencia. Considera además dos estaciones de carga de H2V para vehículos que utilicen hidrógeno como combustible, especialmente de empresas mineras, portuarias o de otras industrias.

Descarbonización

El 22 de julio, AES Andes recibió la autorización de la Comisión Nacional de Energía (CNE) para el retiro, desconexión y cese de operaciones de la unidad 1 de la central Ventanas a partir del 30 de junio de 2022. Esta Unidad es una central a carbón que se encontraba en Estado Operativo de Reserva Estratégica desde el 29 de diciembre de 2020.

Para el año 2025 la compañía habrá cerrado, vendido o desvinculado de las obligaciones contractuales el 72% de sus unidades de generación a carbón y continuará con los esfuerzos necesarios para hacer más sustentable el suministro energético de sus clientes.

Equidad de género

La compañía logró importantes avances en equidad de género, al elevar el número de mujeres en posiciones de liderazgo y ampliar la dotación femenina. Mientras al cierre del año pasado un 21% de mujeres ocupaban puestos de liderazgo, a octubre de 2022 la cifra alcanza un 27%.

En tanto, la dotación femenina total aumentó su presencia desde un 10% (hace 3 años) a 17% en la actualidad.