Chile
Los equipos se encuentran instalados en salas de clases y espacios cerrados para medir la calidad del aire y así aportar herramientas prácticas para evitar contagios de covid-19 y otras enfermedades respiratorias.
Los monitores, que están instalados en el Liceo A-27 Jorge Alessandri Rodríguez, en el Liceo Bicentenario Politécnico Cesáreo Aguirre Goyenechea y en el Colegio Don Bosco de Calama, además del Liceo Domingo Latrille de Tocopilla, permiten verificar en forma constante y en línea la calidad del aire de los espacios que usan alumnos(as) y personal docente, para así evitar contagios de Covid-19 y enfermedades respiratorias, ya que esta tecnología de punta envía alertas cuando los niveles de CO2 sobrepasan los parámetros normales.
En esta capacitación participaron los(as) presidentes de cada curso, quienes tendrán la misión de traspasar el conocimiento al resto de la comunidad estudiantil y reforzar el cuidado que se debe tener con los sensores de aire. “Las bajas temperaturas nos afectan mucho con los resfriados, y tener los sensores de CO2 nos beneficia muchísimo porque miden el estado del aíre y eso nos indica cuándo ventilar la sala, así evitamos contagios y que no se resfríen más compañeros(as), hay un mejor ambiente”, manifestó Geraldine Rojas, alumna del Liceo Bicentenario Cesáreo Aguirre Goyenechea.
En tanto, Lilian Rosales, asesor senior de Asuntos Comunitarios de Codelco Distrito Norte, valoró que los estudiantes se involucren en esta materia: “Es súper relevante que los alumnos cuiden estos equipos porque es un beneficio directo para ellos; mientras ellos puedan estar bien en su aula vamos a tener mayor asistencia”, indicó.
Tecnología de punta
Los equipos funcionan como un semáforo que alerta las condiciones de precaución y cuidados que se deben tener con el CO2, por lo que el rojo es saturado, el anaranjado tener cuidado y el verde niveles normales. También envía alertas a teléfonos a través de una aplicación que permite revisar constantemente los niveles de cada una de las salas.
Pablo Farah, gerente general de la empresa Flair, que suministró e instaló los sensores, afirmó que “la función de llevar un monitoreo en tiempo real en la nube tiene como fin que el cuerpo docente y toda la comunidad escolar puedan estar informados de la situación y de la historia de la calidad del aire de todas las salas. Así el colegio puede entregar a los papás un reporte mostrándoles cómo están los espacios donde se desempeñan sus hijos a diario”.
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