LBI requerirá una inversión estimada de US$ 3.000 millones -sujeta a la aprobación del Directorio de la compañía una vez obtenidos los permisos- contempla un peak de 2.850 trabajadores durante el período de construcción y unos 2.000 trabajadores permanentes en operación.

Desde la minera destacan que el proyecto es fruto de seis años de estudios científicos en el territorio, análisis de experiencias internacionales y tres años de diálogo participativo con las comunidades de la zona y diversos grupos de interés, a partir de los cuales se definieron las condiciones que debía cumplir el diseño del proyecto para convivir de manera armónica con su entorno.

En este sentido, el presidente Ejecutivo de Metales Base de Anglo American, Ruben Fernandes, detalló que «a partir de este proceso de comprensión del ecosistema que rodea Los Bronces y la mirada integral de los intereses que allí conviven, pudimos definir los criterios de sustentabilidad que primaron en el diseño de este proyecto, los que tienen como objetivo prioritario evitar impactos en glaciares, recursos hídricos y áreas protegidas. Este proceso nos llevó a descartar alternativas de proyecto más rentables económicamente para la compañía, pero que no se ajustaban a los criterios que nos impusimos».

LBI es una iniciativa de reemplazo de mineral de menor ley por otro con mayor contenido de cobre, con el objetivo de mantener los niveles actuales de producción del yacimiento.

«Este es un proyecto innovador, tanto por el método minero que utilizaremos, como por la forma en que llegamos a definirlo, y es un esfuerzo por re-imaginar la forma de hacer minería. Estamos convencidos que se trata de una propuesta que asegura la coexistencia de los intereses de todos los actores de la zona de montaña, y que constituye la mejor opción de desarrollo minero desde el punto de vista ambiental y social, priorizando estos factores sobre los económicos», dijo Hennie Faul, presidente Ejecutivo de Cobre de Anglo American.

Método de operación

«La iniciativa consta de dos partes, una de continuidad operacional de la operación actual a rajo abierto y otra de minería subterránea sin impacto en superficie», explican desde Anglo American.

La primera corresponde a un proyecto de minería tradicional, que está dentro del área en que se desarrollan los procesos mineros actualmente de Los Bronces, en una zona tipificada como industrial minera, y que busca dar continuidad al rajo de la mina actual en dos nuevas fases. Esta parte fue diseñada alejándose de glaciares y considera obras para aumentar los niveles de recirculación de agua de la operación.

La segunda parte es un proyecto de minería 100% subterránea, sin impacto en superficie. Se trata de un yacimiento ubicado a 5 km al sur-este del rajo actual, bajo el borde noreste del Santuario de la Naturaleza Yerba Loca. El acceso a la mina subterránea será vía túneles con entrada y salida en la mina actual, sin sumar alteraciones al paisaje.

La fase subterránea remplazará cerca del 20% del mineral del rajo actual, y operará a una profundidad promedio de 660 metros desde la superficie, con el punto más próximo a 175 metros de ésta (equivalente a 1,2 veces la Torre Telefónica o más de 6 veces la profundidad máxima de la línea 6 de Metro).

El método minero elegido para esta fase fue el de minería subterránea por bloques con relleno, el que será utilizado por primera vez a gran escala en Chile, aunque ya ha sido implementado con éxito en países como Suecia, Canadá, Australia y España. Al utilizar este método se dejará de extraer más del 30% del mineral disponible, resultando tres veces más costoso que otras alternativas, como operaciones a rajo abierto o subterránea con hundimiento.

El método de minería subterránea por bloques con relleno funciona extrayendo el mineral por bloques, los que luego son rellenados con rocas y un aglomerante, asegurando así la estabilidad del terreno y evitando impactos en superficie y en los glaciares cercanos.