jueves 15 de abril del 2021.- Eran comienzos de los 2000, cuando se realizaron grandes y costosos proyectos con Inteligencia Artificial, que finalmente no entregaron un resultado positivo, y que aún siguen asustando a los tomadores de decisiones. Esto ha provocado una larga trayectoria de no riesgos en esta materia, perdiendo la oportunidad de grandes mejoras en el área.

Hoy, la adopción de la tecnología se hace mediante métodos menos «dolorosos» los cuales evitan grandes pérdidas de dinero, además podemos sumarle el «efecto pandemia» que obligó a acelerar hasta en 5 años la digitalización en procesos o áreas faltantes. Pese a esto, aún no vemos a la IA como protagonista en la minería, y entendiendo la importancia de este rubro para nuestro país, nos deja bastante que reflexionar.

Las compañías mineras deben transformarse en «data driven companies», es decir, en empresas manejadas por datos, donde debemos conjugar la información de manera macro en los distintos procesos y áreas. Hay que atreverse a dar el salto y dejar atrás aquellos tiempos donde las decisiones se hacían en base a sensaciones y a poca información. Hoy la IA abre la puerta para poder tomar una decisión con 5 millones de datos, en tan solo 2 minutos.

Por ejemplo, en industrias como la educación pública, ya existen soluciones donde analizan la asistencia, las notas, el clima, la dirección donde viven los estudiantes, entre otros. Con esto, han podido entender el comportamiento de los alumnos y tomar decisiones concretas, para mejorar su rendimiento.

Actualmente, hay proyectos pilotos que analizan datos con algunos algoritmos de IA. El problema es que se requiere trabajar con datos transversales. Si se aprovechara de manera real la IA, se podrían optimizar recursos entre un 10% a un 30%, cifras nunca alcanzadas bajo la gestión tradicional en la minería. Para lograr esto, no solo se requiere las ganas de atreverse e invertir dinero, sino que también, impulsar y capacitar una cultura digital interna que esté actualizada con este gran cambio tecnológico. Un hábito muy arraigado dentro de una empresa puede destruir hasta la tecnología más avanzada, por lo mismo debemos entender que la transformación digital es un cambio cultural más que comprar tecnología.

En conclusión, creo que la industria minera tiene todo el potencial para implementar «de verdad» la IA, solo debe atreverse. Más bien,  debe verlo como un deber sabiendo que es la principal actividad económica de nuestro país.