Esta ampliación contará con una concentradora de cobre con capacidad de 143.000 toneladas por día una planta desalinizadora de alta capacidad y una tubería de suministro de agua con una extensión de 165 kilómetros.

El proyecto Quebrada Blanca Fase 2 (QB2) está ubicado a 4.300 metros sobre el nivel del mar en plena Cordillera de Los Andes de la Región de Tarapacá y contempla extender su vida útil en 30 años.

Su primera producción está programada para el segundo semestre del 2021 y se espera que produzca 316.000 toneladas de cobre al año durante los primeros cinco años completos de la vida de la mina.
La empresa Bechtel será responsable de la ingeniería adquisiciones y gestión de construcción.

En este escenario el presidente de la unidad de negocios global de Minería y Metales de Bechtel Paige Wilson aseguró que “estamos muy orgullosos de trabajar junto a Teck para el desarrollo del Proyecto Quebrada Blanca Fase 2. En conjunto hemos desarrollado un diseño de capital eficiente y en terreno aplicaremos metodologías innovadoras de productividad para entregar los costos de construcción más económicos en Chile”.

El ejecutivo añadió que “el proyecto representa una gran oportunidad para que Bechtel y Teck entreguemos los mejores resultados de la industria al construir el proyecto de cobre más grande de Latinoamérica”.

El Proyecto QB2 es propiedad de Compañía Minera Teck Quebrada Blanca SA (QBSA) y luego del cierre de la transacción anunciada en diciembre pasado será propiedad indirecta de Teck en un 60 porciento Sumitomo Metal Mining Co. Ltd and Sumitomo Corporation en un 30 porciento y de Enami en un 10 porciento.

Bechtel y Teck han trabajado juntos desde 2011 incluyendo el desarrollo de los estudios para la ampliación de la mina Quebrada Blanca que obtuvo la aprobación para su evaluación de impacto ambiental y social en agosto de 2018.