jueves 27 de noviembre del 2025.- En Pampa Buenos Aires, Región de Antofagasta, yace un proyecto de oro que ha permanecido en el radar de exploradores experimentados durante más de dos décadas. Big Bang, con sus 8.300 hectáreas distribuidas en 30 concesiones mineras, se posiciona estratégicamente en el mismo corredor metalogénico que alberga algunas de las operaciones de metales preciosos más importantes del norte de Chile.

El cinturón del Paleoceno: Un vecindario probado

Lo que distingue a Big Bang no es solo su geología, sino su ubicación privilegiada. El proyecto se encuentra en el Cinturón Metalogénico del Paleoceno, compartiendo características geológicas con operaciones exitosas de la zona. Hacia el norte, Panamerican Silver opera El Peñón, junto con sus unidades Fortuna, Laguna y Chiquilla Chica. En las inmediaciones, EMX Chile y Pampa Metals han desarrollado programas de exploración buscando cobre, molibdeno y oro.

Hacia el sur, el corredor continúa con Mina Juana (Taltal Metals), Cachinal (Aftermath Silver, con una inversión actual de 25 millones de dólares en exploración), y las operaciones Guanaco y Amancaya de Austral Gold. Este contexto regional no es menor: la presencia de múltiples operadores en el mismo trend geológico valida el potencial metalogénico del área.

Características del depósito

La mineralización en Big Bang presenta una orientación este-oeste en superficie, diferenciándose del trend regional norte-sur, lo que podría explicar por qué permaneció inadvertida durante años bajo la cobertura negra característica del desierto. Los trabajos de exploración históricos entre 1999 y 2000 incluyeron 25.600 metros de perforación de circulación reversa distribuidos en 250 pozos, trazando líneas mineralizadas de varios kilómetros de extensión.

Las dimensiones son especiales: anchos de mineralización que varían entre 10 y 85 metros en diferentes sectores, con algunos puntos específicos alcanzando hasta 100 metros. Los ensayos históricos de laboratorio reportaron leyes entre 20 y 80 gramos por tonelada de oro, dependiendo de la ubicación de cada pozo. La perforación sistemática cada 20 metros permitió trazar la continuidad de estas estructuras mineralizadas.

Ventajas Operacionales Excepcionales

Accesibilidad: Ubicado directamente junto a la Ruta 5 Panamericana, a 170 kilómetros tanto de Antofagasta como de Taltal. La infraestructura vial está garantizada.

Topografía: Terreno prácticamente plano con suelos suaves, ideal para operaciones de rajo abierto. Sin complicaciones de alta montaña.

Clima: Ausencia de nieve y condiciones que permiten trabajo durante todo el año, sin paradas estacionales.

Servicios: Líneas eléctricas cercanas, agua industrial adquirible a corta distancia, puertos y centros urbanos próximos para logística y mano de obra.

Marco regulatorio: Sin áreas protegidas, parques nacionales o zonas de restricción ambiental en el área del proyecto.

Estas ventajas logísticas se traducen directamente en capex reducido y costos operacionales competitivos. Comparado con proyectos cordilleranos a 3.500 o 4.000 metros de altura, Big Bang podría alcanzar producción en una fracción del tiempo y con inversiones significativamente menores.

El Factor Económico

El contexto de precios del oro transforma completamente la ecuación económica de este proyecto. En 1999-2000, cuando se realizaron los trabajos de exploración, el oro fluctuaba entre 250 y 300 dólares la onza. Hoy, con el metal precioso cerca de los 2.000 dólares —casi siete veces ese valor— depósitos que carecían de viabilidad hace dos décadas adquieren relevancia estratégica.

Las 8.300 hectáreas del proyecto estuvieron en manos de otros operadores que eventualmente abandonaron las concesiones. Atacama Fault SpA las recuperó hace algunos años cuando una empresa perdió las propiedades por falta de pago de patentes. Este cambio de titularidad representa una oportunidad para desarrolladores que busquen activos early-stage con información de exploración previa.

Próximos Pasos

La naturaleza de Big Bang como proyecto de exploración temprana implica desafíos evidentes. La ausencia de reportes geológicos formales y estimaciones de recursos certificadas según códigos internacionales requiere un programa de validación contemporáneo. Sin embargo, los 25.600 metros de perforación histórica proporcionan una base de información que reduce significativamente el riesgo exploratorio inicial comparado con un greenfield puro.