Chile
La modificación regulatoria permitirá que más pymes accedan al régimen libre, abriendo la posibilidad de reducir costos, contratar energía renovable y adaptar sus contratos a sus perfiles de consumo.
viernes 30 de mayo del 2025.- A fines del 2024, el gobierno emitió un decreto que redujo de 500 kW a 300 kW el límite de potencia necesario para que las empresas puedan optar a comprar energía como clientes libres. La decisión, que tuvo el respaldo del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), fue celebrada por el mercado mayorista de energía. Según cifras de la Comisión Nacional de Energía (CNE), el 4% del consumo eléctrico nacional se concentra en clientes cuyo consumo está entre el nuevo límite de potencia y el antiguo.
“Dependiendo de sus necesidades específicas, optar a ser cliente libre puede ser beneficioso para las empresas con potencia conectada mayor al nuevo umbral, porque tienen la capacidad de negociar directamente su contrato con generadoras o comercializadoras, definiendo condiciones, precios y fuentes de energía”, dice el gerente de Desarrollo y Nuevos Negocios de Plataforma Energía, Luigi Sciaccaluga.
De acuerdo con el experto, todos los usuarios pagan componentes de generación, transmisión y distribución en su factura. Sin embargo, el cliente libre puede pactar la componente de generación con la contraparte, mientras que en el caso del regulado las tarifas se asignan mediante licitaciones de contrato de suministro organizadas por la CNE.
“Negociar libremente el contrato con suministradores es un giro radical en la forma de consumir electricidad, porque permite adaptar el contrato al perfil real del cliente. El usuario puede buscar precios más bajos si consume más en horario solar, acceder a contratos con energía 100% renovable o incluso cerrar acuerdos con generadores locales para fomentar el desarrollo económico de una zona específica”, dice Sciaccaluga.
Si bien la mayoría de las empresas que pueden acceder al régimen libre corresponden a pymes industriales o comerciales, como centros logísticos o supermercados, también beneficiará a empresas con múltiples sucursales que puedan incorporar estos empalmes a sus contratos vigentes.
“Otro grupo beneficiado son aquellas operaciones que tienen un consumo intensivo en horarios específicos porque, a diferencia de las tarifas reguladas, el régimen libre les permite identificar los períodos del día que tienen una mayor demanda de electricidad. De este modo, al tener una señal de precios pueden gestionar las horas punta reduciendo su consumo eléctrico o implementando de forma complementaria sistemas de baterías”, señala Sciaccaluga.
Cómo cambiarse de régimen
El primer paso para cambiar de régimen es revisar los ítems “potencia conectada” y “demanda máxima suministrada” en la factura de suministro eléctrico. Si cualquiera de estos valores es igual o superior a 300 kW, la empresa cumple con los requisitos para optar al régimen libre.
Luego, la empresa debe enviar una carta formal a su distribuidora de energía para informarle la intención de cambiarse. Este aviso debe hacerse con al menos 12 meses de anticipación. Durante ese tiempo, el cliente puede negociar su nuevo contrato con generadores o comercializadores para llegar preparado a la fecha de cambio.
En caso de estar cerca del límite de potencia, la empresa puede evaluar aumentar la capacidad de su empalme o implementar sistemas de baterías, lo cual es una inversión que puede tener un buen retorno si luego se acceden a mejores precios de energía. En este caso, el cliente debe presentar la declaración de aumento de potencia conectada ante la SEC, a través del formulario TE-1.
“Pasarse al régimen libre es un trámite sencillo, pero negociar un buen contrato no lo es. Requiere entender términos técnicos, perfiles de consumo, riesgos del mercado y normativa vigente. Es importante que los usuarios interesados en cambiarse de régimen busquen asesoría experta para acceder a una estrategia de contratación óptima a su consumo eléctrico”, cierra Sciaccaluga.
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