martes 06 de septiembre del 2022.- La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) dio a conocer el informe de Demanda de Cobre a partir de la Transición Energética elaborado por su Dirección de Estudios y Políticas Públicas, el que plantea que la necesidad de contar con metal rojo se multiplicará por cinco al 2040, en un escenario marcado por la electromovilidad.

El estudio proyecta la demanda de cobre al 2025, 2030 y 2040 a partir de cuatro sectores clave e interconectados de la transición energética: electromovilidad, energías bajas en emisiones, almacenamiento energético y redes eléctricas necesarias para sustentar el sistema.

«Sobre la base de las políticas y planes a nivel global primariamente en base al escenario STEPS de la Agencia Internacional de Energía (IEA por su siglas en inglés), esperamos que la demanda incremental de cobre a partir de la transición energética crezca desde 1,2 millones de toneladas en 2020 a 2,8 Mt en 2025, 3,5 Mt en 2030 y 5,4 en 2040», señala el documento.

«Es decir, se multiplicaría por cinco veces al 2040. Visto de otro modo, la demanda de cobre a partir de la transición energética pasaría de representar un 5% de la producción total refinada en 2020 a un 10% en de la producción refinada esperada total al 2030, para luego triplicarse al 15% en 2040», remarca.

La electromovilidad es clave

La participación del uso de cobre en electromovilidad es el principal driver, representando prácticamente la mitad del consumo hacia 2030 y 2040.

«Más aún, en el escenario potencial en que todas las ventas sean de vehículos eléctricos al 2040, la demanda incremental crecería hasta las 9,6 millones de toneladas y la participación de los autos eléctricos crecería al 71%», proyecta el informe.

«Estos incrementos son significativos. Al 2040 equivaldría a cinco veces la producción de la mayor faena de cobre del mundo durante 2021, Minera Escondida, lo que también es alrededor de la totalidad de la producción anual de Chile en ese mismo año», resalta.

«En el escenario potencial en que la totalidad de las ventas de vehículos nuevos fuesen eléctricos al 2040, equivaldría al 27% de la producción de cobre refinada esperada de dicho año», apunta.

Posible desequilibrio

Cochilco señala que, «dado que en general no se anticipa la materialización de proyectos suficientes a nivel global capaces de suplir estos incrementos de demanda, crece la expectativa de un desequilibrio de largo plazo donde la demanda supere a la oferta», y agrega que el valor del metal rojo estará al alza.

«De ocurrir, es de esperar que el precio del cobre se sitúe en niveles relativamente altos a la espera de la materialización de proyectos en el largo plazo», indica.

Riesgos a considerar

El informe aclara que «existen riesgos relevantes a considerar», relacionados con los vehículos eléctricos, que representan el grueso de la demanda incremental.

«Primero, considerando que se trata de una industria inmadura es probable que, conforme aumente la innovación, los oferentes optimicen su producción y atenúen su consumo unitario de cobre. Si bien en nuestro modelo asumimos reducciones en el consumo unitario, no es claro prever la magnitud de las mismas», señala.

«Segundo, la robustez de las proyecciones descansa en gran parte en las expectativas de ventas de autos eléctricos», puntualiza.

Expectativas altamente auspiciosas

El informe de Cochilco aclara que puede haber desviaciones a partir de los precios relativos y cambios en el comportamiento poblacional, entre otros factores, que repercutan en menores ventas de autos eléctricos y con ello en una menor demanda.

Sin embargo, enfatiza que «con todo, a pesar de la incertidumbre, las expectativas del consumo de cobre a partir de la transición energética son altamente auspiciosas para la industria. Considerando que el éxito de Chile está inextricablemente asociado al desarrollo del cobre, esto presenta expectativas positivas para el desarrollo económico nacional en las siguientes décadas».