Chile
José Luis Fernández, Director Carrera de Ingeniería en Minas Universidad de Las Américas.
Los primeros antecedentes apuntan a un estallido de roca, fenómeno geomecánico que ocurre cuando los esfuerzos acumulados en el macizo superan su resistencia. Esta liberación súbita de energía provoca fracturamientos violentos y proyecciones que comprometen la estabilidad de las labores subterráneas, con consecuencias que, como en este caso, resultan devastadoras.
Aunque este tipo de eventos es considerado difícil de predecir, la experiencia minera demuestra que pueden existir indicios previos: crujidos, grietas visibles, deformaciones estructurales. La pregunta inevitable es si esas señales estuvieron presentes: ¿el cerro avisó? ¿se tomaron medidas oportunas? La investigación en curso deberá esclarecer lo ocurrido y entregar respuestas.
Desde el ámbito profesional y académico, se vuelve imperativo reforzar una cultura preventiva sólida, que valore la experiencia empírica de quienes están en terreno y reconozca las advertencias que entrega el entorno. La seguridad debe estar por sobre cualquier meta productiva. Escuchar a la roca no puede ser una opción, debe ser un principio rector.
La partida de estos seis trabajadores deja una huella profunda. Su legado se inscribe en túneles y vetas, como testimonio de entrega cotidiana y compromiso con su oficio.
A sus familias, el sector minero extiende condolencias, junto con la esperanza de que el orgullo por el temple de sus seres queridos pueda, con el tiempo, traer consuelo.
Que la tierra que tanto trabajaron los reciba con la misma dignidad con la que vivieron. En cada faena, y en cada estudiante que se forma para ejercer esta profesión, su memoria será guía y fortaleza. Porque en la mina y en las aulas, su historia seguirá iluminando el camino.
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