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Juan Pablo Negroni, country manager para Chile de IDE Water Technologies

Juan Pablo Negroni, country manager para Chile de IDE Water Technologies

De acuerdo al estudio “Proyección de consumo de agua en la minería del cobre 2021-2032”, de la Comisión Chilena del Cobre (COCHILCO), el consumo de agua de mar en dicho sector productivo mostraría un aumento permanente a lo largo de ese periodo, frente a una disminución en el uso de agua de origen continental.

Dicho informe señala que mientras el consumo de agua continental mantenga una tasa de decrecimiento anual promedio cercana al -5%, estimándose su uso en 6,7 m3/seg en 2032, el empleo de agua de mar exhibiría un aumento con una tasa anual promedio de 9%, llegando a 14,2 m3/seg en ese mismo año.
Adicionalmente, se espera que el agua de mar represente un 68?l recurso hídrico requerido en la minería del cobre en 2032, mientras que el agua de origen continental sólo significaría un 32%.

A nivel regional, el análisis de COCHILCO indica que para 2032 la utilización de agua de mar se distribuirá de la siguiente manera en la zona norte: 13,5% para la Región de Tarapacá; 62,7% para la Región de Antofagasta; 15,7% para la Región de Atacama; y 8,1% para la Región de Coquimbo.

Bajo este escenario, es importante recalcar el rol que juega y seguirá jugando el agua del mar en la minería del cobre, la industria en general y nuestra sociedad. De acuerdo a cifras de la Asociación Chilena de Desalinización (ACADES), en nuestro país hay más de 26 plantas desalinizadoras de carácter industrial, las que en conjunto producen más de 8.600 litros por segundo. De ese total de plantas, un 75% son empleadas en el sector minero, 20% en ciudades y 5% en los sectores pesquero y eléctrico.

Si bien el consumo de energía ha sido históricamente uno de los principales costos operacionales de este tipo de plantas, la tecnología de desalinización ha avanzado mucho en la optimización del consumo energético y su recuperación; al mismo tiempo, el costo de la energía ha disminuido notablemente, a lo que se suman nuevas fuentes renovables de ella.
Desde un punto de vista técnico, existen dos alternativas para transformar el agua de mar o salobre en agua potable: la desalinización por membranas de osmosis inversa (RO) y la desalinización térmica basada en evaporación y condensación a baja temperatura.

La desalinización por Osmosis Inversa utiliza el principio de osmosis para eliminar la sal y otras impurezas, transfiriendo el agua a través de una serie de membranas semipermeables y se llama Osmosis Inversa” porque es en el sentido contrario del proceso natural de Osmosis, para lo cual debe aplicarse una presión suficiente al agua de mar para que pase a través de las membranas. Las plantas que emplean esta tecnología, desde las pequeñas hasta las de gran escala, producen agua desalinizada que puede ser a su vez convertida en agua potable o industrial de alta calidad, tanto si proceden de agua de mar como de agua salobre, a la vez que cumplen con estrictas normas de salud y seguridad.

En tanto, los sistemas basados en la desalinización térmica usan energía, tanto térmica como eléctrica, para evaporar el agua y luego condensarla de nuevo, imitando el proceso que ocurre cada día en la naturaleza. Donde hay calor residual o suficiente electricidad disponibles, como sucede frecuentemente en las refinerías, plantas de ácido y las centrales eléctricas térmicas, la desalinización térmica es una solución viable y eficiente y las tecnologías más conocidas son: la Compresión Mecánica de Vapor (MVC), que utiliza principalmente energía eléctrica y de las cuales hay varias plantas instaladas en Chile; la Destilación de Múltiple Efecto (MED), que emplea fundamentalmente energía residual de vapor de baja calidad o agua caliente; y la tecnología de Evaporación Flash (MSS) que ya casi no se usa por ser más eficientes la MED y MVC.

La minería es- sin duda- una de las industrias que más ha avanzado en la implementación y uso de estas tecnologías en plantas desalinizadoras, situación que debiéramos aprovechar como nación para hacer extensiva esa tecnología, el conocimiento adquirido por la industria y sus múltiples beneficios a otros ámbitos. Frente a la actual sequía y cambio climático, debemos actuar con rapidez y no perder más tiempo en esta materia, pues la escasez de agua no sólo es un tema hidrológico, sino que también social y económico.

jueves 20 de enero del 2022


Juan Pablo Negroni, country manager para Chile de IDE Water Technologies

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