martes 05 de diciembre del 2023.- Con la finalidad de aportar a la descarbonización del transporte en Chile, la empresa catalana QEV Technologies y el Centro Mario Molina Chile están ejecutando un proyecto de Alta Tecnología para la Aceleración de la Adopción del Hidrógeno Verde, cuyo fin es desarrollar el vehículo «eC36H2».

Se trata de un hito significativo en la creación de oferta de transporte de largo alcance completamente libres de emisiones, ya que además puede operar donde se requiere una gran demanda de energía, por ejemplo, para mover el vehículo, la carga y hasta furgones frigoríficos.

Este vehículo, que será probado durante el primer semestre de 2024 en Chile en servicios de transporte en áreas mineras y operaciones logísticas, representa un avance importante en la búsqueda de soluciones sostenibles de movilidad.

Con una autonomía alrededor de los 500 kilómetros, combina la eficiencia de la batería eléctrica con la autonomía de la celda de combustible de hidrógeno, estableciendo un nuevo estándar en el sector de transporte de largo alcance.

Alianza para la descarbonización

QEV Technologies es una empresa catalana con más de dos décadas de experiencia en movilidad eléctrica y desarrollo de vehículos de competición. El CEO de la compañía, Joan Orus, anticipa que “las primeras unidades precomerciales del eC36H2 estarán disponibles a fines de 2024, marcando el inicio de una nueva era en el transporte sostenible y libre de emisiones en la región”.

Por su parte, Gianni López, director del Centro Mario Molina Chile, que desde el año 2004 lidera el desarrollo de la electromovilidad y el hidrógeno verde en América Latina, destaca que este vehículo permite la sustitución, por ejemplo, de minibuses diésel contaminantes, camiones de servicio medio y vehículos especiales tales como ambulancias y vehículos de rescate que operan en áreas rurales. También es apto para sustituir minibuses de turismo destinados a recorrer largas distancias en las áreas de mayor interés turístico del país.

El especialista explica que está diseñado para operar en situaciones de alta demanda de energía que hasta ahora eran imposibles de sustituir con el vehículo eléctrico. “Nuestra propuesta es mucho más competitiva, principalmente porque podrá operar en ámbitos urbanos en contextos logísticos donde no existe posibilidad de parar las operaciones para cargar la batería; también podría ser utilizado para el transporte público rural, así como zonas de difícil acceso a la energía de la minería y el sector forestal, dada su autonomía y funcionalidad”, comenta.

Según la aplicación elegida, este vehículo puede transportar hasta 19 pasajeros o cargas de hasta tres toneladas. Posee un robusto tren motriz de batería eléctrica desarrollado por QEV Technologies y una pila de combustible de última generación con tanques de hidrógeno a 700 bar.