Si tu trabajo tiene algo que ver con el uso de la tecnología para brindar servicios más inteligentes y eficientes, no hay mejor momento para estar en el sector público. Una mezcla de sistemas y servicios disruptivos, que incluyen la nube, big data, analytics y drones, están transformando el lugar de trabajo como nunca antes.

Las opciones y posibilidades que existen actualmente, hubiesen sido inimaginables hace cinco años, sin embargo, hoy se están transformando en herramientas básicas. Así, en el corazón de esta transición, está la columna de TI, que brinda a las organizaciones visibilidad, transparencia, seguridad digital y control operacional para el seguimiento de grandes departamentos y funciones, utilizando al máximo los activos existentes y brindando servicios de alta calidad.

En los últimos años, los gobiernos se están familiarizando cada vez más con la gestión de activos físicos (EAM), un sistema que incluye: una base de datos con todos los datos físicos y financieros de los activos físicos de la organización; identificación de código de barras para todos los activos y el uso extensivo de tecnología móvil para auditoria de campo en el mantenimiento diario.

Un ejemplo de esto es la ciudad de Nueva York, donde existen aproximadamente 1 millón de edificios y 2.7 millones de vehículos que ingresan a la ciudad diariamente, y con esto, una cantidad infinita de herramientas y dispositivos en el inventario, todo gestionado por un software EAM. Es por esta razón, que nunca ha sido tan importante ser eficientes con las operaciones del sector público, optimizando cada activo para maximizar el servicio, anticipar fallas y minimizar tiempos de paradas.

Es por eso que se está pasando el software EAM a la nube, para aprovechar mejor la oportunidad de optimizar las operaciones con bajos presupuestos. En ese sentido, la nube también termina con la era de las modificaciones locales, liberando al equipo de tecnología “on premise” para dedicarse a temas más específicos.

El EAM basado en la nube es el pegamento que mantiene todo unido, ya que identifica, sigue y analiza los activos físicos de la organización y brinda las herramientas de planeamiento y decisión necesarias para optimizar su desempeño. De esta manera, al generar programaciones precisas de mantenimiento que minimizan las paradas no anticipadas, el EAM maximiza la eficiencia operacional y hace un mejor uso de la mano de obra y de los materiales. Gracias al IoT, se puede crear una red que cubre todos los sistemas críticos para predecir el mantenimiento y las necesidades de reparaciones antes de que sean obvias.

La última tecnología es la poderosa sinergia entre el software EAM y los drones. Las instalaciones y activos pueden estar en la tierra, aire o mar, pero no en sitios distantes e incómodos que pueden ser peligrosos y difíciles de llegar por ruta, por lo que la operación muchas veces depende de equipos o dispositivos viejos que se deben llevar a lugares aislados con costos y dificultades para organizar un viaje de mantenimiento.

De esta forma, los drones brindan una visión 360° de los activos, ofreciendo datos esenciales para permitir realizar un plan eficiente de gestión de activos físicos. En el caso de trenes, astilleros, aviones o tuberías, edificios o puentes, la sinergia entre los drones y el EAM ayuda a mejorar los procesos de inspecciones, impulsar el performance de los activos y cumplir con las normas que rigen el trabajo.

Hoy en día, la nube y los drones tienen dos puntos en común: ambos emergieron rápidamente y se están transformando en herramientas esenciales para el sector público. Si el reto que enfrenta tu organización en un futuro cercano es brindar un servicio de excelencia en la gestión de infraestructuras con un presupuesto limitado, el primer paso es optimizar la gestión de los activos bajo control, utilizando tecnología de vanguardia.