Pero el alza del precio del cobre abre todo un desafío para los ejecutivos de la industria, sobre todo si se mira el nutrido calendario de negociaciones colectivas que se vienen en el sector, seis en total, en empresas como Codelco, Collahuasi y Escondida.

En las empresas llevan tiempo trabajando en estos procesos, pensando que el alza del cobre -que se ha mantenido un par de semanas por sobre los US$3 por libra-, abre a su vez el interés de los trabajadores por mejorar su situación, pensando además que en varios casos, las negociaciones recientes han terminado con escasos beneficios, atendiendo a la baja en el precio del metal.

El riesgo que se abre, entonces, es el de eventuales paralizaciones.

Según el director ejecutivo de la consultora Plusminig, Juan Carlos Guajardo, el panorama de negociaciones que quedan este año estará sujeto a cómo se den los escenarios de pandemia y crisis social. «Lo que se ha visto hasta ahora es que la percepción tanto de compañías como sindicatos ha sido muy diversa ante esto y probablemente continúe en los próximos meses. Y esa diversidad puede facilitar acuerdos como también agudizarlos», añadió el ejecutivo.

Escondida

La negociación más importante por su tamaño es la de Minera Escondida, que tendrá la negociación colectiva con el sindicato de supervisores. De concretarse una huelga allí, el 42% de la producción que está en juego por negociaciones corresponde a esta. «Escondida es el caso más relevante en lo que queda del año. Más allá de que potencialmente podrían perderse hasta unas 100 mil toneladas de cobre fino en caso de que haya una paralización de un mes, también se trata de una negociación del sindicato de supervisores que en caso de llegar a una paralización, podría generar un precedente, ya que hasta el momento se asocia un menor riesgo de detención comparado con otros sindicatos», sostuvo el consultor senior de la consultora CRU Group, Francisco Acuña.