Este esfuerzo significó para la compañia incorporar nuevas tecnologías en su planta ubicada en la comuna de Pudahuel y una inversión de 1.8 millones de euros, detalla el responsable del negocio ACM de Henkel en Chile, Ignacio De Améstica.

Con la iniciativa puesta en marcha, Henkel exporta productos mineros desde Santiago a distintos países de latinoamerica como Perú, Brasil y Argentina.

-¿En qué consiste el proyecto de traer la producción de productos mineros desde Cleveland (Estados Unidos)?
Es un proyecto que comenzamos hace casi cuatro años, una línea de componentes para el mantenimiento y reparación de la industria minera. Analizamos los beneficios que traería cambiar nuestra fabricación y exportación desde Estados Unidos a nuestro país, pues desde la planta de Cleveland se exportaban estos materiales a Argentina, Chile, Perú y Brasil. Nuestra idea fue convertir al país en el centro de esta producción, con el fin de aumentar su disponibilidad para el sector minero en Latinoamérica.

Sin embargo, no fue fácil. Para traer estos productos que llamamos Wearing Compound, se requirió de una importante inversión en tecnología. Primero estudiamos el funcionamiento y la ingeniería utilizada en Cleveland, luego compramos la maquinaria, cuyas principales partes viajan de Alemania, se ensamblan en Brasil y luego las trasladamos a Chile.

También adaptamos nuestra planta de Pudahuel e instalamos los equipos con los respectivos cálculos antisísmicos. Todo esto requirió de una fuerte inversión de 1,8 millones de euros (cerca de $1.400 millones).

-¿Cuál es la importancia de este proyecto para la minería, la importancia para Henkel y por qué adoptaron esta decisión?
En la industria minera, las maquinarias necesitan de un constante mantenimiento para conservar la productividad y continuidad de la operación. Además, siempre se están demandando soluciones para la reparación de equipos, que son muy costosos.

Con este proyecto estamos abasteciendo de estos materiales Wearing Compound -utilizados en plantas concentradoras para evitar su deterioro y reconstruir los equipos desgastados-, a las principales mineras de Latinoamérica. Y lo estamos haciendo de una manera mucho más oportuna y con la misma calidad que tenían los productos exportados desde Estados Unidos. A esto se suma una importante mejora en nuestra disponibilidad y capacidad de reacción para realizar algún cambio en el proceso de abastecimiento, ya que al tener la producción en Chile, logramos reducir nuestro lead time.

Impulsar esta iniciativa fue una decisión que se analizó incluso desde nuestro Comité global de Inversiones, porque no es una cifra menor, es uno de los montos más importantes realizados en el país desde el periodo 2007-2008: no habíamos tenido proyectos de esta envergadura en nuestra planta de Pudahuel.

Si bien en un principio este cambio representaría una menor producción para la planta de Cleveland, las ganancias de Chile lo compensarían. Elegimos este país porque es un mercado relevante para nosotros y, por sobre todo, es un punto estratégico para la minería.

-¿Cuándo debería estar operativa la producción en Chile?
Ya comenzamos a operar hace unos meses, incluso en medio de todas las dificultades que ha provocado la pandemia. En los próximos años buscamos llegar a las 380 toneladas anuales, de las cuales 45% serán destinadas a Perú, entre 18% y 20% a Chile y el resto se distribuirá entre Argentina y Brasil (35%). Actualmente, el grupo Codelco, Antofagasta Minerals y la minera peruana Cerro Verde son algunos de nuestros principales clientes. Además, con este proyecto esperamos un crecimiento de las ventas del 3% anual.

-¿Cómo analizan el rol que ha tenido la industria minera en Chile durante la pandemia? Sobre todo cuando ha logrado mantener niveles de producción similares a un año normal, pese a las restricciones en materia de seguridad.
Chile es líder mundial en la industria del cobre, y como tal, es uno de los países más competentes a nivel global si hablamos de este mercado. Frente a esta responsabilidad y exigencia, tenía que responder a las demandas del material, pese a las profundas adversidades que estamos viviendo. Creemos que el sector logró responder a la altura, adaptando sus procesos en estas difíciles circunstancias, lo que demuestra una vez más el liderazgo que tiene Chile en la materia.

-¿Cómo ha sido la evolución de Henkel en su rol de proveedores de la minería?
A nivel mundial, Henkel se caracteriza por contar con un portafolio diversificado con foco en tecnologías adhesivas, cuidado de la belleza, lavandería y cuidado del hogar. Hace más de 30 años ingresamos al sector de la minería, entregando soluciones para incrementar la productividad, reducir los tiempos de mantenimiento y las fallas crónicas en los equipos.

En estos años hemos estado en constante evolución, buscando crecer en nuestro rol de proveedores. Constantemente estamos indagando en el desarrollo de nuevas soluciones para innovar con una cartera atractiva para la industria. Un ejemplo es lo realizamos con un producto epóxico de relleno de coraza para chancadores de cono giratorio, el que logró, con un cambio de color, definir cuándo se encuentra listo para ser aplicado.

Otra innovación importante fue una solución de la familia Wearing Compund, el cual no solo trabaja protegiendo contra la abrasión, sino que también es capaz de soportar impactos que se producen en el traslado de minerales durante los procesos productivos.

En Chile seguiremos impulsando este papel, especialmente ahora que hemos concretado este proyecto. Hace 35 años que estamos en el país, y si bien nuestro foco de negocio ha sido principalmente la fabricación y distribución de productos adhesivos para el consumidor final y la industria de la construcción, queremos continuar explorando nuestra capacidad para aportar al desarrollo de la minería.

Hoy contamos con más de 3.500 clientes en el país, entre ellos Codelco, Minera Centinela, Metso Chile SPA, CMPC, ARAUCO, Minera Sierra Gorda, y Finning. Además de contar con los principales contratistas de equipos mineros y una red de distribución compuesta por las mayores cadenas de distribución ferretera, industriales y automotrices, que son capaces de proveer nuestras soluciones a los usuarios finales. Esto demuestra cómo hemos ido progresando, volviéndonos relevantes para el rubro.