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Chile

Alexandra Belaúnde, BA Sales Director Arcadis Chile–Perú y Jorge Rivera, Ingeniero de Proyectos Arcadis Chile.

martes 17 de septiembre del 2024.- El avance de la industria del hidrógeno verde supone un aporte trascendental para alcanzar los compromisos globales de mitigar gases de efecto invernadero responsables del cambio climático. Chile, en particular, desempeñará un importante papel en esta misión global, al ser uno de los países con importantes recursos renovables, sumado a oportunidades logísticas y económicas para la producción de este vector energético.

Uno de los grandes desafíos en este proceso es consolidar una industria altamente competitiva y sustentable, capaz de responder a la creciente demanda global y posicionarnos como un actor preponderante en el mercado local y de exportación. Cabe destacar que nuestra nación tiene el potencial para producir hidrógeno verde a bajo costo y gran escala, con proyecciones que estiman cerca de 80 mil empleos en la industria para el año 2030, según el análisis de H2 Chile.

Se trata de un sector con prometedoras perspectivas y de cuyo desempeño dependerá en gran medida el desarrollo de diferentes mercados en las próximas décadas, tal como lo anunció el Gobierno del presidente Gabriel Boric en el lanzamiento del Plan de Acción de Hidrógeno Verde 2023-2030.

Regiones como Antofagasta, Bio Bío y/o Magallanes podrían convertirse en verdaderos epicentros mundiales de la producción de este combustible sustentable. Sin embargo, para aprovechar las oportunidades derivadas de su demanda global, será necesario que el país avance en el cierre de brechas y prepare sus capacidades para responder al desafío de forma sustentable.

En este contexto, bien vale la pregunta: ¿qué hacemos primero? ¿levantamos la infraestructura o formamos a los profesionales para operarla? ¿iniciamos obras de gran envergadura o potenciamos el capital humano avanzado necesario? ¿esperamos la consolidación de la legislación socioambiental y regulación habilitante?

Es probable que la respuesta no esté ni en una ni en otra opción: Chile debe ser capaz de impulsar en simultáneo las múltiples condiciones de base para una industria de hidrógeno verde competitiva y sustentable. Esto implica no solo el impulso a los proyectos (se estima que actualmente hay más de 70 en distinto nivel de avance en el país) sino también la formación de competencias locales, el desarrollo tecnológico, la actualización de normativas y creación de nuevas regulaciones, certificación y estándares de calidad, entre otros aspectos críticos del proceso. Para ello, la colaboración entre diversos actores será un pilar sobre el que sustentar los avances.

Desde nuestra experiencia, no solo estamos convencidos de la importancia de este elemento como una opción viable para construir un nuevo futuro energético, sino también comprometidos con aportar a través de alianzas que permitan materializar iniciativas de alto valor para las comunidades desde todos los puntos de vista, que consoliden industrias sustentables.

Esto significa compartir conocimientos de interés productivo —entre ellos, nuestra experiencia en aplicaciones para la producción, almacenamiento, transporte y uso de hidrógeno y sus derivados— y acerca de los retos en el relacionamiento temprana con las comunidades, vinculaciones con organismos de gobierno o relaciones de mutuo beneficio con universidades o centros de investigación.

Nuestro país tiene la posibilidad de desarrollar una industria sustentable que aportara al desarrollo social y económico colaborando en el proceso de descarbonización de las diferentes industrias.


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