martes 30 de abril del 2024.- Jorge Marín, director de monitoreo de condiciones de Calmy, empresa experta en el desarrollo de modelos predictivos con Inteligencia Artificial (IA) para las diferentes industrias, hace una reflexión sobre cómo la tecnología puede ayudar a las compañías a adelantarse a los problemas.

El también CEO de la empresa Ingeniería MCM Chile, con más de 30 años de experiencia, aprovechó la ocasión para comentar la propuesta de ordenamiento de los datos, con lo cual la data organizada y estructurada se convierte en un activo para el cliente.

-¿Qué es Calmly y por qué las empresas deberían incorporarlo?

Calmly es una iniciativa tecnológica dedicada al diagnóstico preciso de fallos en equipos industriales, impulsando mejoras significativas en la productividad del sector. Nuestro diferencial radica en la personalización de algoritmos de diagnóstico para cada equipo, respaldados por casos de éxito reales acumulados durante más de 5 años de experiencia operativa. Nos destacamos por ofrecer un servicio de diagnóstico proactivo que supera los métodos convencionales, empleando monitoreo de condiciones como el vibroanálisis y la termografía para anticipar posibles fallos basándonos en el comportamiento de los datos.

Además, hemos desarrollado nuestra propia plataforma informática para llevar a cabo el análisis de datos, lo que garantiza una mayor confiabilidad al ser una solución interna. Aunque no somos fabricantes de plataformas informáticas, la necesidad de contar con una herramienta adecuada nos llevó a crear PredictiveLab, una plataforma en funcionamiento desde hace 4 años en la industria, fundamentada en el concepto de gobernanza de datos.

Estas características proporcionan a las empresas que trabajan con nosotros una sólida seguridad, mientras que la capacidad de prever fallos imprevistos se traduce directamente en una mayor productividad y eficiencia operativa.

-¿Cuáles son sus indicadores de desempeño?

El principal indicador de desempeño que tenemos de nuestros modelos de Inteligencia Artificial (IA) son su precisión y sensibilidad. Estos indicadores nos permiten evaluar constantemente nuestros modelos y, en caso de ser necesario, re entrenar para mejorar sus resultados.

-¿Cuál es la propuesta de valor?

Nuestra propuesta de valor radica en la capacidad de aprovechar el monitoreo instalado en la industria. En la actualidad, los sistemas de monitoreo generan una gran cantidad de datos que no pueden ser analizados eficientemente mediante métodos tradicionales, lo que conduce a lo que se conoce como infoxicación. Calmly aborda este desafío al organizar y estructurar los datos, convirtiéndolos en un activo valioso para el cliente. Estos datos, una vez procesados por nuestra plataforma de Inteligencia Artificial (IA), permiten diagnosticar fallas en las máquinas y optimizar procesos. Este proceso se lleva a cabo en tiempo real, lo que permite diagnosticar el estado del activo minuto a minuto, día y noche, los 365 días del año.

-¿Cómo es el costo de esta tecnología?

Nuestra solución es de bajo costo porque usamos un hardware ya existente de sensores y solo desarrollamos el software de análisis, con una muy buena interfaz de comunicación al usuario (dashboard) de nuestra solución, donde nuestro sistema analiza cada instante; y por otra parte, duplicamos la capacidad tradicional de analistas de monitoreo de condición que trabaja en turno diurno, ya que nuestro sistema de diagnóstico automatizado es 24 horas al días por los 7 días de a semana.

-Calmly nació al alero del Programa de Innovación en Manufactura avanzada ¿Cómo fue el proceso?

El Programa de Innovación en Manufactura Avanzada, que lidera Corfo, ha permitido que universidades y empresas trabajen de la mano, desarrollando tecnologías que puedan ser transferidas al mercado. Calmly es el resultado de un Spin Off exitoso y que ayuda a la industria a ser más productiva.

Creo que es fundamental que sigan existiendo este tipo de proyectos vinculantes y que pueden resolver problemas concretos de las empresas, con conocimientos específicos en digitalización y uso de tecnologías; que es lo que países desarrollados como Estados Unidos hacen desde hace mucho tiempo.