miércoles 18 de junio del 2025.- En los últimos años, el fenómeno del vertimiento energético ha crecido de forma sostenida en Chile. Solo en 2023, más del 30% de la energía solar generada durante ciertas horas del día fue vertida, especialmente en el Norte Grande. Las proyecciones indican que esta situación podría agravarse si no se implementan mejoras sustanciales en los sistemas de transmisión o almacenamiento energético.

En este contexto, Chile se encuentra en una etapa decisiva para transformar su matriz energética en una más limpia, resiliente y eficiente. Una de las piezas clave para avanzar en esta transición son los sistemas de almacenamiento de energía en baterías, conocidos como BESS (Battery Energy Storage Systems), que han comenzado a tomar un rol protagónico.

Actualmente, existen múltiples proyectos BESS en distintas etapas de desarrollo en el país. Se espera que esta tendencia se acelere en los próximos cinco años, en paralelo con el crecimiento de la generación renovable, especialmente solar y eólica. Esta tecnología permite almacenar excedentes de energía renovable para utilizarlos durante las horas de mayor demanda o cuando no hay generación disponible, contribuyendo a la estabilidad del sistema eléctrico y a la reducción del uso de combustibles fósiles. De hecho, los datos muestran que el vertimiento energético se ha duplicado año a año.

“El almacenamiento en baterías es esencial para transformar la generación renovable en una fuente confiable y continua de energía. Sin BESS, el potencial solar del norte de Chile, por ejemplo, no puede aprovecharse plenamente durante las horas punta de la noche”, destaca Access World.

No obstante, la masificación de esta tecnología viene acompañada de desafíos logísticos significativos. Las unidades BESS son equipos de gran tamaño y peso, y están clasificadas como carga peligrosa, lo que impone exigencias estrictas en su transporte y manipulación. Una logística poco cuidadosa y minuciosa impacta directamente en la vida útil de la batería y por ende en el proyecto.

“Generalmente, las unidades BESS se consideran de alto riesgo y podrían contener material que los podría llevar a categorizarse como Bienes Peligrosos Clase 9 (IMO 9), ya que contienen litio. Pueden pesar más de 30 toneladas y requieren un conocimiento detallado de cada eslabón en la cadena logística. No se trata simplemente de otro contenedor: su manipulación es altamente especializada, desde el transporte por navieras y camiones, hasta los estudios de ruta y los permisos necesarios para su traslado y almacenamiento. Estas capacidades y conocimientos logísticos deben desarrollarse en Chile”.

“Muchas veces los clientes optan por cotizaciones logísticas solo pensando en el ‘precio más bajo’, pero esto va mucho más allá. El diseño de una operación de transporte y almacenamiento de estas características es clave para preservar la integridad de los equipos, evitar sorpresas como sobre costos y, finalmente, asegurar el éxito del proyecto”, señala Theuns de Vries, Commercial Head de Energía Renovable en Access World.

Una logística adecuada no solo garantiza el cumplimiento de normativas de seguridad, sino que tiene un impacto directo en la vida útil y rendimiento de los sistemas BESS. Desde el diseño del embalaje, la selección de rutas, la manipulación durante el tránsito y las condiciones de almacenamiento, la ruta óptima de transporte, los permisos. Cada etapa del proceso logístico es determinante en el éxito del proyecto.

Por ello, se vuelve indispensable contar con partners logísticos especializados que combinen estándares internacionales con experiencia local. Solo así Chile podrá consolidar su liderazgo no solo en generación renovable, sino también en soluciones de almacenamiento seguras, eficientes y sostenibles.

La expansión de los sistemas BESS representa una oportunidad estratégica para acelerar la transición energética del país. Pero su éxito requerirá una visión integral que combine innovación tecnológica, regulación adecuada y capacidades logísticas avanzadas que acompañen el ritmo del cambio.