Chile
Gustavo Labbé, líder de Asuntos Públicos de Conexión Kimal-Lo Aguirre.
lunes 23 de junio del 2025.- En el 2021, un estudio conjunto de Sence y el Ministerio de Energía identificó diversas dificultades para la industria de transmisión y distribución eléctrica en Chile, particularmente en las nueve ocupaciones más demandadas por estos sectores, entre ellas la de “liniero”, quienes se encargan de la construcción, mantenimiento y reparación de las líneas de transmisión y distribución de energía eléctrica.
Este oficio, por sus labores de alto riesgo y especificidad, históricamente se ha aprendido directamente en la faena. La transmisión de conocimientos y la tradición familiar han sido esenciales: muchos linieros del centro-sur del país comienzan como aprendices o ayudantes, y a través de la experiencia y el esfuerzo progresan hasta alcanzar los roles de maestro de segunda, primera o capataz.
Por otra parte, desde 2017 y a la fecha, la sucesión de planes anuales de expansión ha impulsado la construcción de más de un centenar de nuevas obras de transmisión eléctrica, lo que ha elevado de manera sostenida la demanda por mano de obra especializada. La respuesta frente a la escasez de linieros locales ha sido, en gran medida, la contratación de personal extranjero, que aporta conocimientos y habilidades en la construcción de proyectos de transmisión en diversas regiones de Chile. Sin embargo, esta solución no resuelve de forma estructural la necesidad de consolidar un capital humano nacional preparado para asumir los desafíos de la industria.
En marzo pasado, se llevó a cabo el primer “Taller Nacional para promover escuelas de linieros en Chile”, un espacio de diálogo y reflexión que convocó a empresas del sector, contratistas, académicos y representantes de entidades públicas. Organizado por la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ), la fundación Tener Futuro (Colombia) y la Asociación de Transmisoras de Chile, el encuentro abordó las oportunidades y los desafíos para crear escuelas de linieros en el país. Se compartieron experiencias relevantes, como las de la escuela colombiana de linieros y casos nacionales como los de Conexión Kimal-Lo Aguirre, COX-ABENGOA, SAESA, entre otros.
Entre las principales conclusiones del taller destaca la necesidad de establecer un perfil único de liniero validado por la industria, definir liderazgos claros y un modelo de gobernanza que coordine las acciones, el apoyo financiero y las futuras necesidades. También se planteó la urgencia de desarrollar programas y planes de formación que vinculen a los centros educativos locales —liceos técnicos, universidades, CFT, OTEC— y que permitan crear redes de colaboración público-privadas. Todo esto, con metas alineadas a las verdaderas necesidades del sector en torno a los plazos de los próximos proyectos, la cantidad de linieros necesarios y en qué regiones serán requeridos.
Al respecto, la iniciativa “LINIEROS Conexión” surge como un esfuerzo relevante, impulsado por la empresa Conexión Kimal Lo Aguirre, que promueve el crear una escuela de linieros al 2030. Aunque no cubrirá toda la demanda proyectada —más de 2.000 linieros requeridos para la construcción de la obra más extensa del SEN (+1.346 km)—, representa un paso inmediato para aumentar el capital humano nacional y local, indispensable no solo para dicha obra, sino también para los futuros proyectos que se construirán en el país.
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