Chile
La recalada en Mejillones del buque St. Helena marcó el primer hito importante de la carrera de autos eléctricos todoterreno Extreme E, que se disputará por primera vez en Chile, el 24 y 25 de septiembre, en un circuito ubicado en las cercanías de Minera Centinela.
El Antofagasta Minerals Copper X Prix se realizará en un circuito cerrado de 3,5 kilómetros ubicado en las cercanías de Minera Centinela, que cuenta con todos los resguardos para no impactar el medio ambiente ni el patrimonio histórico o arqueológico.
La nave, pieza fundamental de la organización que viaja llevando la carrera a diferentes puntos del planeta impactados por el cambio climático, no sólo transportó a la región de Antofagasta a los 10 vehículos de competición, sino también 70 contenedores en los cuales arribaron la infraestructura de los equipos, la logística y hasta un estudio de televisión.
«Extreme E es un evento deportivo que está diseñado para entretener y emocionar a los fanáticos, al mismo tiempo que es una plataforma que muestra los beneficios de los vehículos eléctricos y las soluciones sostenibles de las que todos podemos ser parte como ciudadanos globales», expresó Alejandro Agag, fundador y Director Ejecutivo de Extreme E.
«El tema de la minería del cobre y sus soluciones sustentables es un asunto vital que enfrenta la industria de vehículos eléctricos y esperamos trabajar con Antofagasta Minerals para usar la plataforma que nos da la carrera para contar esta importante historia y generar conciencia», agregó.
«Hemos estado trabajando en la realización de este evento por más de ocho meses. Ver cómo comienzan a llegar los equipos técnicos, los autos eléctricos y los científicos es particularmente emocionante», destacó René Aguilar, vicepresidente de Sustentabilidad y Asuntos Corporativos de Antofagasta Minerals.
«Adicionalmente, saber que todo ha sido transportado en un barco como el St. Helena, que trabaja con tecnología para disminuir sus emisiones y en el que además desarrollan investigación científica para promover el resguardo del planeta, es un hito que refuerza la coherencia que tiene para nosotros haber traído este evento a Chile», agregó.
Buque no eléctrico… aún
«Not electric… yet». La frase pintada a lo largo del buque St. Helena grafica el espíritu de Extreme E, una competencia internacional cero emisiones de autos eléctricos todoterreno que combate la amenaza del cambio climático y propone medidas a través de un campeonato masivo mundial.
Se trata de un antiguo buque de carga y pasajeros que fue uno de los dos últimos barcos en llevar el título de RMS (Royal Mail Ship), que transportaba el correo real británico y que funcionó como nave de suministro y salvavidas entre 1990 y 2016.
Hoy es la base flotante de la organización, facilitando la investigación científica al contar con un laboratorio a bordo donde antes había una piscina y transportar la carga y la infraestructura del campeonato, incluyendo los todoterreno Odyssey 21.
Uno de los objetivos del buque es dejar la menor huella ambiental posible. Utiliza luces LED, sanitarios de bajo consumo de agua e incluso sillas fabricadas con botellas de plástico recicladas recogidas en el Mediterráneo. Las secciones submarinas están pintadas con la pintura antiincrustante más actualizada, lo que significa que se mantiene limpia, lo que la hace más aerodinámica y también reduce las emisiones de CO2.
Después de la doble cita en el Island X Prix disputada en Cerdeña, Italia, a comienzos de julio, la nave viajó a Chile por el Canal de Panamá, para recalar en Mejillones y comenzar a convertirse en protagonista de la que será la primera carrera en Sudamérica en la historia de Extreme E.
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