Chile
Desde su inauguración en 2017, la Compañía se enfocó en alcanzar su capacidad de diseño, por lo que en 2020 generó un proyecto multidisciplinario que involucró a equipos de todas las áreas y que le permitió optimizar sus procesos para llegar al máximo potencial de su planta de chancado durante 2022.
Así nació en 2020 el proyecto 32M, un importante cambio cultural y organizacional que desafiaba a toda la organización para alcanzar un objetivo común, lograr 32 millones de toneladas procesadas anuales en su planta. No fue una tarea fácil, pero el 26 de diciembre de 2022 se logró el objetivo.
«Esta iniciativa nació para lograr nuestra capacidad de diseño tanto en chancado como en ripios, habilitar la sostenibilidad en el tiempo de nuestra Compañía, apoyar su crecimiento y asegurar su competitividad. Pero sin duda, lo más relevante es que se trató de un cambio cultural y un trabajo de equipos de diferentes áreas, enfocados en un objetivo común», comentó el gerente general de Minera Antucoya, Leonardo González.
Metodología Lean
Por las características particulares de Minera Antucoya, que tiene una ley promedio de 0,35% en su yacimiento, parte importante del cambio cultural tuvo que ver con integrar el modelo operativo de la Compañía y la metodología Lean.
«Pusimos énfasis no sólo en alcanzar la meta que denominamos 32M, sino en la forma utilizada para ello, basada en el trabajo colaborativo, en la seguridad, la mejora continua y la sustentabilidad, con foco en la estandarización y estabilización de nuestros procesos y en la escucha constante de nuestro personal de mantenimiento y operaciones de terreno, quienes tuvieron importante protagonismo en la detección de oportunidades y en las soluciones», explicó el principal ejecutivo de la Compañía.
En Exponor 2022, trabajadores y trabajadoras de Minera Antucoya ganaron el concurso de Mejoramiento Continuo, donde el equipo «Full Power Egyptians», destacó las innovaciones que permitieron mejorar la eficiencia de la planta a través de la disminución del tiempo en el giro del puente apilador: una tarea que duraba 12 horas y que redujo su tiempo en un 30%.
Lo anterior, sumado a planes de trabajo específicos para alcanzar la capacidad de diseño del proyecto, con varias adecuaciones en los procesos, como la condición de los ripios y las mezclas de mineral. Así también, mejoras como la estandarización del aseo industrial y la inclusión de equipos remotos para la entrega de la planta a operaciones, entre otras, permitieron un aumento del tiempo de funcionamiento del chancado.
Como explica Leonardo González, «este es un logro que habilita la sostenibilidad de nuestro negocio, apoya su crecimiento y asegura su competitividad. Un hito que nos permite seguir demostrando que es posible hacer minería con bajas leyes, en forma eficiente y sustentable, como lo hace Antucoya».
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