Chile
En San Pedro de Atacama, en tanto, el Consejo de Pueblos Atacameños se tomó por segundo día la ruta B-355, que conecta con SQM y el Salar de Atacama.
Molestia de la zonal
Por su parte, la Zonal Distrito Norte, junto con valorar los atrasos masivos, paralizaciones totales y parciales; dijeron que «hemos sido sorprendidos como sindicatos base, cuando aún nos encontrábamos participando en el acto multitudinario convocado por todas las fuerzas vivas, sociales, gremiales, políticas y culturales de Calama; con una declaración de una parte del comité ejecutivo de la FTC, en que, ante la oferta del Gobierno de «una mesa de diálogo, llaman a retomar las actividades normales».
«Esta decisión, agregaron los dirigentes de la divisiones del norte, se toma de manera sorpresiva, sin consulta a las bases sindicales y menos aún a los dirigentes nacionales y sin respeto alguno a las demás organizaciones sindicales».
Movilizaciones
Ayer, en tanto, el Sindicato de Minera Spence paralizó su turno 2-4 «por la causa nacional, pues se necesitan cambios profundos, como revisar la Constitución, que es la principal traba para hacer los cambios. Sabemos que muchos mineros están en esta misma posición y que otros están en duda y les hacemos el llamado a que se sumen por nuestras familias, nuestros hijos y nuestro viejos».
La empresa, por su parte, lamentó la decisión «porque creemos que esta acción no es la manera de llegar a soluciones de consenso y diálogo que requiere el país en este momento. La situación que vive el país es compleja, delicada y motivo de reflexión para todos, pero en ningún caso justifica una paralización de nuestras actividades».
Ayer, en San Pedro de Atacama y por segundo día consecutivo las comunidades atacameñas cortaron la B-355, en la entrada antigua al Campamento Andino de SQM y del Salar de Atacama, sumándose a las manifestaciones a nivel nacional, expresando su malestar con el Gobierno y reivindicando el territorio y el agua que utiliza SQM Salar y su impacto en los ecosistemas de las cuencas del Salar de Atacama.
El Mercurio de Calama
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