Síguenos
  • Instagram
  • Youtube
  • Linkedin
  • RSS
0 elementos

Gustavo Brey, co-fundador de Ingenia

La cooperación entre los sectores privado y público será fundamental para garantizar una transición tecnológica que beneficie a los países, las comunidades locales y las empresas.

La minería está viviendo un impulso grande a partir del avance tecnológico, en particular en la región andina. Esta evolución trae aparejados una serie de beneficios para las empresas del sector, como el aumento de la productividad y la competitividad, la reducción de la huella ambiental y mejoras en la transparencia de los proyectos mineros.

En este escenario de digitalización de la minería, el Internet de las Cosas (IoT) está desempeñando un papel clave. Si bien la mayoría de las empresas mineras aún están rezagadas en la implementación de esta tecnología, sus proyecciones son alentadoras.

Con IoT las operaciones mineras mejoran drásticamente, al aumentar la eficiencia y reducir costos. Las empresas mineras que lideran esta revolución están demostrando los beneficios tangibles que esta tecnología puede aportar. Por ejemplo, la perforación autónoma, los camiones sin conductor, los drones para la topografía, las tecnologías portátiles y el mantenimiento predictivo brindan mayor productividad en las operaciones diarias. Además, estas innovaciones conllevan grandes mejoras respecto al cuidado del medio ambiente.

Los desafíos de la minería inteligente frente a la evolución de la tecnología y el mundo

Sin embargo, aún hay algunas cuestiones por resolver. La adopción de tecnologías modernas pone en riesgo algunos empleos tradicionales y el sector comienza a demandar nuevas habilidades. Por lo tanto, la cooperación entre los sectores privado y público será fundamental para garantizar una transición tecnológica que beneficie a los países, las comunidades locales y las empresas. Otro desafío es la logística y la conectividad, ya que las minas enfrentan serias dificultades de comunicación con los trabajadores y de coordinación de las operaciones. Al desplegar redes subterráneas, como la tecnología inalámbrica WiFi o 5G, los sensores transmiten información en tiempo real y los supervisores pueden comunicarse con los equipos.

El panorama es evidente: la revolución tecnológica en la minería está en pleno crecimiento, impulsada por la necesidad de operaciones más seguras, eficientes y sostenibles. Muchas veces este camino requiere del acompañamiento de socios estratégicos, que apalanquen el negocio a través de soluciones tecnológicas.

Más allá de esto, es imprescindible entender que la transformación digital es un recorrido que implica ciertos cambios estructurales importantes: requiere repensar las formas de trabajo, desde cómo mejorar la gestión de sus operaciones hasta la cultura y las capacidades para lograr convertirse en una organización más ágil y receptiva.

En definitiva, las organizaciones que logren adaptarse y evolucionar con éxito en este nuevo entorno tendrán una ventaja competitiva en el futuro. Aquellas que no lo hagan, correrán el riesgo de quedarse atrás. Porque es evidente que el futuro de la minería será, sin duda, digital y es mejor estar preparados para lo que viene.

miércoles 26 de julio del 2023


La cooperación entre los sectores privado y público será fundamental para garantizar una transición tecnológica que beneficie a los países, las comunidades locales y las empresas.

Share This
X
X