lunes 09 de marzo del 2020.- Desde sus orígenes, la actividad minera en el mundo ha sido considerada un área netamente masculina.

De hecho, hasta 1996 el Código del Trabajo en Chile prohibía estrictamente el ingreso de mujeres a las faenas, por considerar que eran trabajos «superiores a sus fuerzas o peligrosas para las condiciones físicas o morales propias de su sexo».

A contar de ese año, lentamente se ha ido avanzando en la inclusión de mujeres en cada una de las actividades que abarca la minería.

En la actualidad, en la industria minera trabajan directamente unas 222.000 personas, de las cuales el 90% son hombres y 10% corresponde a mujeres, cifra por debajo si se compara con otros países mineros como Canadá (17,9%) y Australia (15,4%).

Un estudio dado a conocer a finales de 2019, da cuenta que la ocupación de mujeres en minería en el trimestre móvil junio-agosto aumentó un 18,5%, alcanzado las 21.607 trabajadoras, respecto al mismo periodo de 2018 cuando se reportaron 18.235.

Para el presidente de la Cámara Minera de Chile, Manuel Viera «es una buena noticia, pero creo que son cifras que hay que mejorar».

En tanto, el gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI), Álvaro Merino, sostiene que las mujeres representan el 10% de la ocupación en el sector minero «y esperamos que paulatinamente la participación femenina continúe aumentando. Como industria, tenemos también el gran desafío de que más mujeres ocupen posiciones de liderazgo en las distintas compañías».

Al respecto, la directora de la Empresa Nacional de Minería (ENAMI), Juanita Galaz, destaca que «las mujeres estamos consiguiendo el mismo nivel de oportunidades que los hombres, y es bonito ver como la mujer puede desempeñarse al igual que un hombre sin que te miren de forma extraña».

Galaz añade que «es muy impresionante ir, como directora de ENAMI, a visitar una faena y encontrarme con que cada vez hay más mujeres en los distintos puestos».

Mujeres en el directorio de SONAMI

El pasado mes de septiembre se dio un hecho histórico dentro de la industria, ya que  por primera vez en sus 136 años de historia, dos mujeres fueron electas en el directorio de SONAMI, para el periodo 2020-2022.

Se trata de Amparo Cornejo, vicepresidenta de Sustentabilidad y Asuntos Corporativos de Teck, y Zulema Soto, consejera de la Asociación Gremial Minera de Diego de Almagro.

«Creo que las mujeres podemos hacer un gran aporte, ya que tenemos una perspectiva y visión distinta a la de los hombres. Vemos muchas aristas que el sexo masculino, muchas veces, no advierte o no percibe. Me gustaría que muchas más mujeres se incorporaran a la minería y a cargos directivos, de toma de decisiones», expresó Zulema Soto recién asumida en el cargo.

Por su parte, Amparo Cornejo, afirmó en ese entonces, estar muy motivada por integrar el directorio de SONAMI, «en el cual quiero compartir con los representantes de la industria, las problemáticas actuales con una mirada de futuro sustentable».

Talento femenino

En la actualidad, las políticas para atraer talento femenino por parte de las compañías va tomando forma, mientras las universidades registran cada año más ingresos y más mujeres tituladas de carreras vinculadas a la industria.

Al ser consultada sobre la efectividad de estas políticas, la directora Adjunta de Women in Mining Chile (WIM Chile), Astrid Escobar, indica que «las empresas mineras si están siendo efectivas en la atracción de talento femenino. Sus políticas están cambiando en post de trabajar por la inclusión y diversidad no tan solo de género, lo que claramente es un avance y demostración que es el foco y visión de futuro».

Si bien Escobar destaca de forma positiva este avance, puntualiza que «es importante seguir trabajando no tan solo para atraer a las mujeres a la minería sino que desarrollar conjuntamente políticas para retener y potenciar el desarrollo de carrera de estas mujeres dentro de las mismas compañías».

La gerenta de Desarrollo de SONAMI, María Cristina Betancour, explica que «este es un desafío no solo en Chile, sino en todos los países mineros en el mundo, ya que la minería, así como la construcción, son vistas como actividades masculinas».

La ejecutiva agrega que «otro de los grandes desafíos es ampliar el número de mujeres en roles de liderazgo, ahí efectivamente, hay un espacio muy grande en donde la industria debe avanzar. Un buen ejemplo es el de Teck que tiene más de un 30% de mujeres en su directorio, esa es una señal muy positiva, por cuanto está lejos del estándar de la industria chilena y de la minería en particular».

En tanto, Manuel Viera, señala que si bien, la participación de las mujeres en minería ha ido en aumento, «aún falta más presencia en los cargos directivos».

Proyecciones optimistas

Hoy la industria minera se muestra más preparada para fomentar la inclusión y equidad de género.

El desafío en general no solo debe considerar la inclusión de la mujer, sino que promover la permanencia en la industria.

Si bien coinciden en que el número de participación femenina en la minera nacional es bajo (10%), las proyecciones de cara a los próximos años son optimistas.

Consultada al respecto, la directora de ENAMI, Juanita Galaz, afirma que mis proyecciones son muy optimistas. La mujer no solo en la industria minera, en general, ha logrado ganarse un espacio que históricamente ha sido difícil de penetrar. Antes nos ignoraban, ahora no lo pueden hacer”.

«Considerando todo lo que están haciendo las compañías mineras para aumentar sus dotaciones femeninas, que se está trabajando en dar charlas en colegios para inspirar a niñas a que estudien carreras que les permitan trabajar en el rubro y  todos los avances tecnológicos que permiten cambiar y optimizar la forma de hacer los trabajos, sin duda en el mediano y largo plazo estas gestiones mostrarán sus frutos aumentando la participación laboral femenina», subraya Astrid Escobar.

Hoy, el desafío está planteado. El rol de la mujer está consiguiendo un alto grado de visualización en la industria, fenómeno que sin lugar a dudas seguirá creciendo.

BHP es un claro ejemplo de esto, donde ha establecido una meta para alcanzar un 50% de participación femenina hacia 2025.

En tanto, minera Candelaria alcanza un 9,6% de mujeres en su dotación propia y está haciendo importantes esfuerzos para que esta cifra aumente.