miércoles 28 de julio del 2021.- Este año hemos sido testigos del anuncio de nuevos Centros Integrados de Operación (CIO) por parte de compañías como Anglo American, para su faena Los Bronces, y Teck, para operar su proyecto Quebrada Blanca Fase 2, que se suman a los ya existentes en otras minas del país.

Centralizar e integrar de manera remota la operación de los grandes procesos mineros es la base de una minería más eficiente y digitalizada. A medida que las soluciones automatizadas en procesos unitarios han aumentado, también lo han hecho las consecuencias de fallas humanas y de equipos. El trabajo del operador puede llegar a ser, por momentos, muy demandante, y las consecuencias de acciones de operación inapropiadas en las salas de control, así como de omisiones, decisiones no oportunas, secuencias incorrectas, entre otras, pueden ser potencialmente desastrosas.

Por tanto, un CIO viene a resolver gran parte de estas brechas, dado que se trata de una centralización de los puntos de control operacional, y que además logra integrar mediante una comunicación fluida y protocolizada las decisiones críticas de los procesos operacionales con el objetivo de mejorar la eficiencia de los procesos, maximizar la rentabilidad y disminuir los riesgos operacionales y de salud.

En una sala CIO suelen convivir los procesos de Mina, Chancado, Concentradora, Molibdeno, Relaves, Agua, Energía y Puerto. Se acompaña además de procesos de Monitoreo de Condiciones, Soporte de Tecnologías y Equipos de Mejoramiento de la gestión operacional. Todo ello integrado mediante un equipo de Planificación Integrada que asegura adherencia a un único plan de producción de toda la operación.

Entre otros beneficios de su implementación, se puede destacar buenos resultados en mejoras de producción; permite remotizar personal y hacer mejor frente a amenazas, como el Covid-19; optimización de contratos con terceros y sus dotaciones; elimina silos y reduce dramáticamente los conflictos entre áreas.

Pero la digitalización y automatización no es gratis. Implica varios importantes desafíos que aún nos pesan en la cultura minera:

-Instaurar una mayor educación y cultura digital en la operación de procesos por parte de nuestra fuerza laboral. Aún tenemos brechas importantes, y requieren un esfuerzo constante.
-Tecnologías fundacionales e Ingenierías de buena calidad que aseguren continuidad operacional y oportunidades de mayor digitalización.
-Aún cuando los procesos se integran más fácilmente en una CIO, aún no logramos comunicación fluida entre los equipos. Para ello los líderes deben ser capaces de romper silos, estimular la comunicación oportuna y transparente para lograr un objetivo compartido.

Repetir actitudes de trabajo en silos” no son fáciles de desterrar, y el cambio de prácticas en una industria que requiere no sólo de aplicaciones, pantallas, protocolos y dispositivos sofisticados, demanda sobre todo una mentalidad moderna y transformacional en los líderes que guían los diferentes grupos profesionales que laboran día a día en la minería.