Piden Monitorear

Estas adecuaciones a juicio de los sindicatos de trabajadores 12 y 3 deben ser fiscalizadas y certificadas por el Servicio Nacional de Minería y Geología (Sernageomin) y el ministerio de Medio Ambiente. Por lo que enviaron oficios a ambos organismos para que constaten que todo está en regla en terreno y en forma previa a la puesta en marcha de la Fuco cuyas adecuaciones tendrían un costo de US1.013 millones.

Al mismo tiempo ingresaron una denuncia contra los ejecutivos de Codelco ante la Contraloría General de la República y ante la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) por considerar que la detención de la Fundición significará un grave daño al patrimonio fiscal que estiman en US80 millones.

En qué pie está la Fuco

Fuentes cercanas a la corporación consultadas sobre cómo avanza el proceso de adecuación de la Fundición de Concentrados detallaron que ya se inició el calentamiento del horno flash y debería estar funcionando el próximo sábado. Asimismo los convertidores Pierce Smith están en calentamiento y deberían estar fundiendo también este fin de semana.

Mientras que el secador ya se encendió y hoy comienza a secar concentrado de cobre. En tanto que el refino 6 y 7 están calentando (estos equipos tratan los gases de las chimeneas) y la planta de ácido 3 inició su puesta en marcha y también recibiría gases a partir del jueves o viernes.

Respecto de los plazos para terminar las mejoras de la Fuco y los montos de las pérdidas estimadas por los sindicatos las fuentes aseguraron que no son correctos.

Cumplir la normativa

Entre los tres proyectos fundamentales que desarrolla Codelco en la Fundición de Chuquicamata para cumplir con el DS N|28 está el Quinto Convertidor Pierce Smith (CPS) que permite capturar un 97 porciento de los gases emitidos. Se suman las capturas de gases fugitivos del horno flash y la construcción de dos nuevas plantas de ácido con mayor capacidad y tecnología para capturar gases y tratar mejor el azufre y arsénico.

El desarrollo de esta cartera de proyectos permitirá disminuir las emisiones de arsénico y azufre además de establecer monitoreos continuos de dióxido de carbono (SO2) en las principales fuentes emisoras de estos contaminantes en la Fuco que tiene ya 64 años de antigüedad protegiendo así la salud de las personas y el medio ambiente.